El dueño del rancho San Antonio, ubicado entre la frontera de México y Guatemala, descubrió algo impactante ayer en dicho rancho: el cuerpo de uno de sus trabajadores decapitado.
Pero el hallazgo no fue lo que lo asustó, fue la forma en que encontró el cadáver. Al entrar por la puerta delantera, el ranchero encontró frente y sobre un sillón de madera a Cándido, un hombre de 68 años de edad que le cuidaba el rancho ubicado en el kilómetro 29 del ejido El Xotal.
“En el lugar no se encontraba la cabeza, la cual posiblemente se llevaron los asesinos del trabajador” , relató el ranchero al Blog del Narco.
Al ver lo suficiente en ese primer encuentro, el propietario del lugar tomó la decisión de darlo a conocer a las autoridades competentes. Los primeros en llegar a la escena del crimen fueron los policías municipales, quienes acordonaron la zona.
La policía municipal, tuvo que esperar hasta que llegó el personal de la Fiscalía y se hizo cargo del cuerpo, el cual fue llevado para el Servicio Médico Forense (Semefo) para la autopsia de ley.
