Criarse con perros o gatos desde bebés no sólo ayuda a los niños a sentirse más acompañados, a jugar y ser nobles con otros seres vivos; sino que representa un gran beneficio para la salud.
Ello, porque estimulan el fortalecimiento del sistema inmunológico haciendo que los pequeños sean mucho más sanos.
ENTRE PERROS Y GATOS
Un nueva investigación ha indicado que los niños que tienen la posibilidad de vivir en hogares donde hay perros y/o gatos domésticos, *tienen una salud mucho más fuerte y menor riesgo a desarrollar infecciones, sobre todos las que tienen que ver con el tracto respiratorio de los pequeños”.
“Las ventajas tendrían lugar ante todo si el niño comparte su vida con un perro o un gato durante el primer año de su vida, comparados a aquellos que no han podido tener contacto con estos animales en su infancia temprana”, según el estudio.
La información ha sido publicada bajo el nombre de “Enfermedades Respiratorias durante el primer año de vida”, por parte de la Academia Estadounidense de Pediatría (AAP), con sede en Chicago.
DESDE EL EMBARAZO HASTA EL PRIMER AÑO DE VIDA
Ésta refiere que se puede desmentir por completo a todos aquellos que indiquen que el contacto con perros y gatos es desaconsejado para los bebés o inclusive perjudicial, pues todo demuestra lo contrario.
La investigación estuvo a cargo de Eija Bergroth, de la Universidad del Este de Finlandia y para ello se contó con la participación de un total de 197 niños que fueron estudiados desde el embarazo hasta el primer año de vida, todos ellos nacidos entre septiembre del año 2002 y mayo del año 2005.
Los investigadores se encargaron de registrar en cada uno de los casos todo contacto con un perro o un gato a lo largo de una semana, junto con la frecuencia de síntomas respiratorios o infecciones de cualquier tipo.