Los toros fueron los protagonistas hoy de un encierro veloz y limpio en el sexto día de los Sanfermines, sin que se produjera ningún herido por asta entre los corredores, aunque sí uno con traumatismo craneoencefálico y otro con contusiones.
Las reses, de la ganadería madrileña de Victoriano del Río Cortés, se dieron a la tarea de salir de los corrales a las 08:00 horas en punto y realizaron el recorrido hasta la plaza de toros en dos minutos y veinte segundos, acompañados por la lluvia.
La manada se encontró liderada en gran parte del recorrido por dos toros negros y cerrada por un castaño que, aunque se separó en algunos momentos de sus hermanos, no llegó a quedarse descolgado.
En Telefónica, un Victoriano resbaló y se repitieron las caídas de los corredores, que provocaron momentos de peligro y de tensión, al igual que en el callejón de acceso a la plaza, donde otro de los morlacos se acercó al vallado derecho pasando sus cuernos junto a la cara de un corredor.
En los últimos metros, el grupo se dividió en dos y así entraron de tres en tres al coso, donde se dirigieron a los chiqueros sin problemas.