Los monjes tibetanos poseen una dentadura muy sana hasta una edad avanzada. De hecho, los pobladores de esas regiones nunca han escuchado hablar sobre dentistas o pasta dental.
Su secreto radica en una pasta dental natural que, aquí presentamos:
Para preparar la pasta natural, se requiere mezclar enérgicamente una cucharada de sal kosher en medio vaso con agua fría -previamente hervida-, durante un minuto; retira la espuma de la superficie.
Posteriormente, coloca sobre el cepillo dental algunos cristales de sal y limpia los dientes con movimientos usuales.
Finalmente, enjuaga los dientes con el agua que mezclaste.
Este remedio natural, puede emplearse para lavar los dientes por la mañana y noche, así como después de cada comida.
De forma habitual, contribuye a que los dientes se pongan muy blancos, y permite que las ranuras se fortalezcan y obtengan un color rosado.
La pasta salada destruye los entes patógenos en la cavidad bucal, revitaliza el esmalte de los dientes, y empasta sus grietas y protuberancias.