Ivette Sosa
Una vez más, Luis Miguel vuelve a dar la mala nota en su presentación en el Auditorio Nacional.
Tal y como lo hizo el 5 de octubre pasado, el cantante se presentó en un dudoso estado de sobriedad, provocando que el público lo abuchara en más de una ocasión.
“El Sol de México se apagó nuevamente”, gritaron unos fans tras dejar el Coloso de Reforma, “encabronados por ese tipo que se presentó en el escenario”.
“Devuélvanme mi dinero”, exclamaban un par de chicas originarias de Puebla que camisetas del artista portaban en sus manos.
FANS FURIOS@S
L@s fanátic@s del cantante nacido en Puerto Rico estaban furiosas. Hubo quien habló del “evidente estado de ebriedad de LuisMi”. Unos jóvenes ‘Millennials’ se atrevieron a decir que El Sol estaba en eclipse total y “tenía algo más que alcohol en su cuerpo”.
Lo cierto es que el intérprete de Por debajo de la Mesa estuvo, como hace unas cuantas semanas atrás, fuera de tono, voz barrida, extrañas pausas como si hubiera olvidado la letra de la canción, constantes ausencias del escenario y, para colmo, desaliñado y con el zíper abajo.
Aún recuerdo aquel Luis Miguel que vestía sobrio, con una imagen impecable, que subía al escenario con total profesionalismo. Aunque no bailara ni tuviera gran producción sobre la tarima, los fanáticos íbamos a escucharlo, porque era un Señor de la Música romántica cuya voz y calidad interpretativa llenaba cualquier lugar donde se presentaba.
El público no debe pagar por un espectáculo como el que El Sol presentó ayer en el Coloso de Reforma; LuisMi quedó a debernos nuevamente.
LO TRATA DE JUSTIFICAR
La señora Pati Chapoy trata de justificarlo, como lo hace siempre que hay información negativa sobre él.
En el programa Ventaneando, de Tv Azteca, la periodista dice: “No sabemos qué tipo de problemas esté pasando”. Daniel Bisogno recula y comenta: “El público no tiene la culpa de ello”.
¡Tiene razón! La noche de ayer vimos a un Luis Miguel en penosa decadencia y no lo merecen sus fanáticos, pero, sobre todo, no lo merece su exitosa y larga trayectoria.