Maduro, ¿democrático bolivariano o terrorista en Venezuela?

 

Nicolás Maduro es una figura política que se ve desde dos polos: Como líder de un proyecto político democrático, bolivariano y humanista, y aquella que Washington y sus aliados de Occidente tratan de mostrarlo como un terrorista que representa una amenaza no sólo para Venezuela, sino para el planeta entero.

 

Así reflexiona la periodista e investigadora Ivette Sosa, quien apunta que es parte de la historia misma de los Estados Unidos, su espíritu injerencista y genocida de aniquilar a quien estorba a sus intereses hegemónicos, so pretexto de exterminar el terrorismo que amenaza la estabilidad del mundo.

 

Ahora, puntualiza, los misiles del pirómano Donald Trump apuntan directamente hacia el Palacio de Miraflores, sede del Gobierno de Venezuela, donde despacha el político, líder gremial y diplomático Nicolás Maduro.

 

“Maduro estorba porque no se ha sometido a los intereses hegemónicos del Tío Sam, por eso los Estados Unidos buscan, desesperadamente, imponer en el país caribeño a un gobierno favorable a su proyecto injerencista, como sería el caso de Juan Guaidó, presidente de la Asamblea Nacional venezolana”, acota la Premio Nacional de Periodismo categoría Reportaje.

 

FEROCES INSTRUMENTOS DE WASHINGTON

En dicha embestida, el Departamento del Tesoro norteamericano anunció, el pasado 8 de enero, un nuevo paquete de sanciones económicas contra Venezuela.  Entre las acciones hostiles destacaron diversas restricciones, prohibiciones y persecuciones económicas y financieras contra una veintena de firmas venezolanas y siete empresarios de ese país. 

 

Por tradición, las represalias económicas y comerciales han sido uno de los feroces instrumentos favoritos del intervencionismo de Estados Unidos ante sus enemigos. El caso emblemático de ello es el bloqueo impuesto por el Tío Sam a Cuba desde hace casi seis décadas.

 

Si bien políticamente es un mecanismo ineficaz, resulta un instrumento terriblemente salvaje en contra de la población, quien termina pagando brutalmente las consecuencias de la ferocidad de Washington en forma de carencias y drástica caída en su nivel de vida y bienestar, anota la entrevistada.

 

EL “PRESIDENTE ENCARGADO”

La crisis política en Venezuela se agravó luego que el 23 de enero Juan Guaidó se autoproclamó “presidente encargado” y Trump lo reconoció como mandatario interino de Venezuela y conminó a otras naciones del hemisferio Occidental para que también lo reconocieran.

 

No obstante, la autoproclamación de Guaidó no puede considerarse como un golpe de estado, pues se requiere del total desconocimiento de las fuerzas armadas al gobierno de Maduro y hasta el momento existen militares cercanos y leales al actual mandatario.

 

Así lo dijo en una entrevista el Dr.Tomás Milton Muñoz Bravo para DBT News, quien no descarta  un escenario en donde Washington otorgue recursos y armamento a la oposición para lograr la destitución de Maduro. Sin embargo, el catedrático de la UNAM alerta que ello sería “uno de los peores errores en la historia de Latinoamérica”.

 

En nuestro Hemisferio, el mayor apoyo a Guaidó llegó de parte de once de los 14 miembros del Grupo de Lima. Argentina, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Guatemala, Honduras, Panamá, Paraguay y Perú firmaron un comunicado en el que apoyaron “el inicio del proceso de transición democrática en Venezuela para realizar nuevos comicios en el más breve plazo”. México no rubricó dicha declaración.

 

El 25 de enero, la Unión Europea (UE) dio ocho días al presidente caribeño para que convoque elecciones o de lo contrario, reconocerán a Guaidó. Empero, Nicolás Maduro reculó: “Nadie puede darnos un ultimátum de este tipo”.

 

“POLÍTICA DESTRUCTIVA”, ACUSA RUSIA

Como “una política destructiva” que significa una injerencia en los asuntos internos de las naciones y “un llamado directo al golpe de Estado”, calificó Serguei Lavrov, ministro ruso de Exteriores, la postura de los Estados Unidos.

 

Por ende, el Kremlin llamó a evitar una intervención extranjera en el país caribeño y se dijo listo para mediar en un eventual diálogo entre el gobierno de Maduro y la oposición.

 

Hasta el momento, junto con Bolivia, Cuba, China,  Nicaragua y Turquía, Rusia es el principal aliado internacional con que cuenta Nicolás Maduro.

 

En conclusión, apunta la periodista Ivette Sosa, la imposición de sanciones financieras y comerciales y las agresiones diplomáticas de gobiernos extranjeros lo único que han provocado es dificultar el entendimiento entre los venezolanos.

 

“Son ellos, los venezolanos, los únicos que, de manera pacífica y mediante el diálogo y la negociación política, deben resolver sus problemas internos. Eso es respetar el principio de no intervención y derecho de autodeterminación de los pueblos, principios fundamentales de la doctrina Estrada de México”, puntualiza.

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