Pese a que el denominado “maíz palomero” es originario de México, la nación tiene que importar de Estados Unidos casi la totalidad de este grano para cubrir el consumo de palomitas de maíz.
Si bien existen siete especies de maíz palomero a lo largo del territorio nacional, todas se encuentran en peligro de extinción, según información retomada por SDP Noticias.
“México ha perdido la capacidad de producir sus propias palomitas. Está importando de los Estados Unidos más del 99 por ciento del maíz. Esto hace que todas las palomitas que compramos ya sea en los cines, en las tiendas, en los mercados, a granel, todas estas palomitas provienen de Estados Unidos”, dijo Rafael Mier de la Fundación Tortilla de Maíz Mexicana.
Por ello, los campesinos se empeñan en conservan estas especies de maíces que han acompañado a los mexicanos por más de seis mil años, debido a sus características de adaptación, rendimiento y resistencia.
Asimismo, se busca rescatar tradiciones al cocinar este grano, como el reventado de las palomitas en ollas de barro, técnica que data de épocas prehispánicas.
“Desde cuando vivía la finada de mi mamá, ella hacía palomita con este maíz, ella echaba la arena en una olla de esa de barro, le ponía la lumbre, cuando ya está bien caliente caliente la arena, tons ya le echaba el puño de maíz ahí y ya luego le daba vuelta con una varita”, comentó Manuel Gómez, productor de maíz palomero en Estado de México.
Cabe resaltar que en comunidades de esta entidad, como San Marcos Tlazalpan o Santa Ana Nichi, las palomitas de maíz mantienen una relevancia cultural y religiosa.
Por ejemplo, en altares de fiestas populares y religiosas las palomitas de maíz son utilizadas para representar la pureza y la abundancia.
