¡Malditos jugos gástricos, casi me matan!

 

 

Ivette Sosa

La primera vez que escuché hablar de ellos fue cuando tenía 11 años e iba en la secundaria. Me iba sin desayunar y mi madre me reprendió: ¡No debes iniciar el día sin llevar alimento a tu boca porque ellos empiezan a trabajar con tu estómago vacío!

 

Siendo estudiante y reportera, al mismo tiempo, fueron varias, muchas, muchísimas las veces que me malpasé, pero como no fumo ni tomo y cuando comía -aún fuera de mis horarios-, eran alimentos saludables, mi organismo toleró, durante años, este peculiar estilo de vida que tenemos los periodistas, como muchos otros profesionales.

 

Mi organismo resistió hasta el pasado 1 de marzo; no hubo señales de advertencia, salvo que cuando acudía a un concierto, yo sentía que los jugos gástricos brincoteaban al ritmo de la música.

 

MEZCLA DE SECRECIONES

El jugo gástrico es una mezcla de secreciones de varias células epiteliales especializadas tanto superficiales como de las glándulas gástricas. Su composición química consiste en agua, ácido clorhídrico, trazas de cloruro de potasio, cloruro de sodio, bicarbonato, enzimas y mucus. Gracias a la acción de los jugos gástricos, el bolo alimenticio pasa a formar una sustancia pastosa denominada quimo.

 

La secreción gástrica es la fase más relevante de la digestión pues al entrar el alimento en contacto con un pH bajo y con las enzimas líticas, éste lo disocia en fibras de colágeno y desnaturaliza (proteólisis) las proteínas presentes. Constituyendo la fase química de la digestión a la par que se realiza la acción mecánica por las contracciones del estómago.

 

TRES ETAPAS

La regulación de la secreción de jugo gástrico en el organismo humano pasa por tres etapas:

  • La fase cefálica, en la cual al ver, oler o probar un alimento se genera un 40% del volumen máximo de jugo gástrico.
  • La fase gástrica, sucede cuando el alimento ha llegado al estómago y provoca la mayor generación de secreción ácida de las tres fases.
  • La última fase es la fase intestinal donde el quimo llega al duodeno que realiza dos secuencias más una de estimulación del ácido gástrico y una segunda en la que se inhibe la misma. En el duodeno, el ácido gástrico es neutralizado mediante bicarbonato de sodio. Esto también bloquea las enzimas gástricas (pepsinas) que tienen su acción óptima en un rango bajo de pH. (Fuente: Wikipedia)

 

COMO LAVA ARDIENDO…

La noche del pasado jueves 1, como lava ardiendo que va quemando todo a su paso, los jugos gástricos empezaron a quemar mi vesícula e intestino y mi garganta. Un sabor amargo invadió mi boca, los ojos se me hundieron, sufrí distensión intestinal y un insoportable dolor en todo mi ser, impedía que pudiera estar sentada, parada, acostada.

 

El doctor Jeremías Sánchez Bahena, médico clínico, amigo personal desde hace 20 años, me dio las primeras atenciones y me alertó lo que vendría para mí: “Te deben poner sonda, suero y apoyo cardíaco. Ivette, te tienes qué intervenir inmediatamente porque tienes todos los síntomas de daño en vesícula y úlcera gástrica, y espero no haya sangrado”. Cuando subí al auto, el doctor Jeremías me miró con profunda preocupación.

 

El Hospital General de México, de la Secretaría de Salud federal, en otrora aquel noble instituto de la salud no me quiso atender; a pesar de que mi familia me acreditó como periodista y que iba en condiciones de gravedad extrema.

 

ABRIRÍAN EN CIEGO

Fue el Hospital General Balbuena, de la Secretaría de Salud de la Ciudad de México, quien me recibió en urgencias, pero sólo me dio paliativos. Regresé dos días después, el sábado 3 de marzo. Inmediatamente me prepararon, el doctor Alejandro Ruíz Macg, cirujano tratante, tras ver las placas de rayos X, me dijo que se veía abscesos, ¡podía ser cáncer! Abrirían en ciego, para ver qué encontraban.

 

Firmé documentos autorizando la operación y en lo único que pensé es que si iba a vivir, tendría que ser con calidad de vida, con dignidad. De lo contrario, agradecí a Dios mi maravillosa vida, la cariñosa familia que tengo, y los entrañables amig@s que he sumado a lo largo de tantos años dedicados a mi profesión y pasión, el Periodismo. ¡No me dio miedo morir!

 

Casi nueve horas en el quirófano, una eternidad de sufrimiento para mi familia y amigos cercanos. Pido disculpas por ello. Cuando desperté, los médicos anestesistas pensaron que sólo había sido un acto reflejo, pero no, yo desperté para vivir.

 

Con la profesional y cálida atención del doctor Arturo Rueda Rodríguez Macg y un grupo de entusiastas médicos residentes, en 5 días recibí alta hospitalaria. Aún no puedo integrarme a trabajar de tiempo completo. De hecho, me advirtieron los médicos que no puedo realizar jornadas laborales de 18 horas, tal y como lo venía haciendo desde hace seis años.

 

Tendré que reajustar mi vida laboral; aprender a escuchar consejos, pero sobre todo, respetar y cuidar mi salud, por encima de tener la nota.

 

DATOS TÉCNICOS:           

DIAGNÓSTICO DE INGRESO: ABDOMEN AGUDO

CIRUGÍA PROYECTADA: LAPAROTOMÍA EXPLORADORA

OPERACIÓN REALIZADA: LAPAROTOMÍA EXPLORADORA + CIERRE PARCIAL DE ÚLCERA GÁSTRICA CON COLOCACIÓN DE PARCHE DE EPIPLÓN, + COLECISTECTOMIA.

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