MATRIMONIOS FRAUDULENTOS, NUEVA FORMA DE TRATA

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Ante el endurecimiento de las leyes contra inmigrantes en Europa, el fenómeno de la “venta de novias” va en aumento para quienes buscan regularizar su situación.

 

Klara Balogova tenía 18 años, estaba embarazada y sin un centavo cuando viajó miles de kilómetros de Eslovaquia a Inglaterra para casarse con un hombre que no conocía.

 

REGULARIZAR SU SITUACIÓN MIGRATORIA

Sabía que él no la quería, ni a su hijo. Se trataba de un paquistaní de 23 años que lo único que buscaba era regularizar su situación migratoria en Europa.

 

A Balogova se le prometió una vivienda limpia y algún dinero. Pero dice que a los pocos días de su llegada, la trasladaron de Manchester a Glasgow, Escocia, donde permaneció encerrada en un departamento con su futuro esposo.

 

Cuando él no estaba a mano, la vigilaba su hermano menor. Le quitaron sus documentos de identidad.

 

Todos los años, decenas de mujeres como Balogova de los rincones más pobres de Europa oriental son tentadas para que viajen a Occidente para participar en matrimonios fraudulentos.

 

Las casan generalmente con hombres de Asia o África que pagan grandes sumas porque quieren vivir, trabajar, obtener beneficios y moverse libremente en Europa.

 

BANDAS ORGANIZADAS

 Los intermediarios son a menudo bandas organizadas que se llevan la mayor parte de las ganancias.. Y las mujeres a veces terminan atrapadas en países extraños, sin recibir nada por sus servicios.

 

Los matrimonios fraudulentos, e incluso la venta de novias, son un fenómeno cada vez más común ahora que los países europeos endurecen sus leyes de inmigración.

 

En Gran Bretaña, la cifra de mujeres que se cree han caído en las redes de traficantes que arreglan matrimonios fraudulentos se duplicó entre el 2012 y el 2013, para llegar a 45, según la Agencia Nacional contra el Crimen.

 

A las mujeres les pagan los viajes a Gran Bretaña, Irlanda, Alemania y Holanda y algunas no se dan cuenta en lo que se han metido hasta que llegan allí.

 

Algunas fueron prácticamente secuestradas hasta que firmaron los papeles, fueron maltratadas por sus “esposos” y sus amigos, obligadas a mantener relaciones sexuales o a traficar drogas y hasta se tuvieron que casar más de una vez, de acuerdo con las autoridades y organizaciones caritativas.

 

LES PROMETEN UNA VIDA MEJOR

Los traficantes son checos o eslovacos que viven en Gran Bretaña y que tienen reclutadores en otros países, según Miroslav Wlachovsky, embajador de Eslovaquia en Londres.

 

Escocia es un destino particularmente popular porque sus leyes permiten los matrimonios sin permiso de los padres a los 16 años, comparado con los 18 del resto del Reino Unido.

 

“El patrón es siempre el mismo“, indicó. “Les dicen que pueden trabajar aquí, en restaurantes y sitios por el estilo. Siempre les prometen una vida mejor o que van a ganar dinero en poco tiempo“.

 

En noviembre pasado, la policía dijo que desbarató una banda a la que un paquistaní de 38 años le había pagado 15,000 libras (22,000 dólares) para que le consiguiese una mujer eslovaca embarazada de 20 años.

 

La mujer pensó que iba a visitar a su hermana, pero en el aeropuerto de Luton la recibió un hombre y la llevó a un departamento. Se casó con su “prometido” en julio en Rochdale, cerca de Manchester, según la policía.

 

Cuando el marido consiguió sus papeles, una mujer que se hizo pasar por una hermana de la gitana la llevó a un hospital para que se hiciese un aborto.

 

LAS CONTACTAN POR FACEBOOK

A veces, a las mujeres no se les promete dinero ni trabajo, sino amor. En un caso, una lituana conoció a un paquistaní en Gran Bretaña con el que había estado en contacto por meses a través de Facebook, de acuerdo con la trabajadora social Kristina Misniene.

 

El hombre le dijo que en su país lo perseguían y que la quería.

 

Pero le quitó el pasaporte y ella pensó que no tenía otra salida que casarse con él. No tenía dinero para regresar a su país y fue violada dos veces por un “tío” de su prometido, señaló Misniene.

 

LIBRADAS A SU SUERTE

Lo que sucede con estas mujeres después de que se casan no está claro. Algunas logran llegar a refugios. Otras son libradas a su suerte cuando los hombres consiguieron lo que querían.

 

Muchas féminas son vulnerables porque han tenido vidas conflictivas o porque no tienen mucha capacidad mental.

 

A menudo no declaran contra sus abusadores por temor o por ignorancia. Y algunas dicen que prefieren ser explotadas afuera que regresar a sus casas.

 

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