A raíz de la cuarentena por coronavirus en México, misma que ya rebasó los 40 días y está por vivir otros 28 en completo encierro, la demanda de antidepresivos y ansiolíticos en las familias mexicanas, subió de manera sorpresiva.
Los medicamentos conocidos como diazepam, clonazepam, triazolam y metilfenidato subieron sus ventas en un 10%, según los datos del periódico mexicano Excélsior.
Éstos son utilizados para tratar el insomnio, el trastorno de pánico y la depresión, como lo indicó en su entrevista el presidente de la Asociación Nacional de Farmacias de México (Anafarmex), Antonio Pascual Feria.
Sin embargo, Feria hizo un importante llamado para toda la población, pues pidió que presente el más mínimo síntoma de depresión u otros problemas, se busque ayuda directo con los médicos, pues solamente ellos pueden prescribir el medicamento en caso de que se requiera, pues la automedicación podría traer problemas a la salud.
“Resulta un tanto lógico el fenómeno, porque estamos en un escenario en el que hay una generación de estrés, de angustia y de pánico, donde somos susceptibles a que las personas se vean afectadas en su sistema emocional y aunque no es un aumento todavía muy alto, ha ido avanzado”, reveló al medio.
Este escenario fue planteado en días anteriores por el Dr. Óscar Galicia, coordinador del departamento de psicología de la Universidad Iberoamericana, quien señaló que podrían Incrementar los casos de estrés, ansiedad y depresión.
El distanciamiento social y el aislamiento, medidas preventivas para evitar los contagios de coronavirus, implementados a través de la Jornada Nacional de la Sana Distancia, provocaron en los mexicanos un cambio de rutina repentino.
A través de un estudio difundido a través de los portales oficiales de la IBERO, Galicia señaló que la situación de encierro provoca emociones negativas como el estrés y la ansiedad asociadas a la amenaza, lo cual puede afectar incluso a personas que no sufren de tales trastornos.
En este contexto, el investigador de la universidad jesuita recomendó a la población encontrar tareas para realizar al interior de los hogares, tener hábitos, así como mantener horarios establecidos, con el fin de mantenerse ocupado en el día.
Otras actividades como leer, aprender cosas nuevas, tomar cursos en línea, así como pasar más tiempo con la familia, incluso las actividades físicas diarias, podrían resultar de ayuda para nuestro estado de ánimo.
Lo anterior debido a que el ejercicio genera serotonina y dopamina, las cuales son sustancias fundamentales para disminuir los neurotransmisores asociados a la ansiedad, como es el caso de la adrenalina, la cual genera preocupación e insomnio.
En este contexto, dos mexicanos emprendedores de las aplicaciones móviles adaptaron una de sus creaciones del género chatbot en la búsqueda de ayudar a las personas a mejorar su salud mental y emocional, por lo que registraron un aumento desmedido en las últimas semanas a causa del encierro.
A través del monitoreo, la app conocida como Jenny es capaz de detectar cuáles son los principales problemas de cada usuario; a partir de ahí sensibiliza a los participantes en estos temas y hace una serie de recomendaciones para mejorar su calidad de vida.