El Episcopado de Brasil señaló que la detección de microcefalia en un feto “no justifica” el aborto; así reaccionó a raíz de que un grupo feminista pidiera autorización para efectuar esta práctica, debido al incremento de malformaciones en recién nacidos.
En un comunicado, la cúpula de la Iglesia Católica brasileña detalló que el estado de emergencia sanitaria decretado por el gobierno del país y por la Organización Mundial de la Salud (OMS), no debe caer en el “pánico”.
Asimismo, reprochó la “total falta de respeto a la vida” por parte del Instituto de Bioética Anís, el cual notificó que solicitará al Tribunal Supremo que admita el aborto en los casos que se detecte microcefalia. En 2012, este grupo logró que se autorizara la interrupción del embarazo, cuando el feto sufra anencefalia.
Actualmente, la legislación brasileña consiente el aborto bajo tres circunstancias: violación, cuando la vida de la madre esté en riesgo y si existe anencefalia en el feto. Dicha práctica, sólo podrá efectuarse si se cuenta con una autorización judicial expresa.
De acuerdo con el Ministerio de Salud, a partir de octubre de 2016, se han diagnosticado 404 casos de microcefalia en Brasil, y se analizan tres mil 670 posibles.
Hasta el momento, la OMS no ha confirmado la relación entre el virus del zika y el aumento de casos de microcefalia, sin embargo, el pasado lunes informó que su eventual vinculación con la epidemia constituye una emergencia sanitaria internacional.
El Episcopado de Brasil señaló que la detección de microcefalia en un feto “no justifica” el aborto; así reaccionó a raíz de que un grupo feminista pidiera autorización para efectuar esta práctica, debido al incremento de malformaciones en recién nacidos.
