Miguel Bosé y Nacho Palau, que fue su pareja oculta durante 26 años, han acercado posturas por el bien de sus hijos, que no se veían en persona desde junio del 2018.
El cantante ha viajado a España desde México con sus hijos, Tadeo y Diego (8) para pasar el verano, de modo que los pequeños puedan pasar tiempo con Ivo y Telmo (7), los hijos del escultor, que desde el pasado otoño residen en Valencia en casa de la madre de Palau.
Los dos progenitores parecen estar de acuerdo en facilitar la relación de los cuatro niños, que desde que nacieron se habían criado como hermanos de sangre, todo lo que sea posible.
El cantante Miguel Bosé y Nacho Palau, en Madrid en el 2011 (KJP / GTRES)
VIENTRES DE ALQUILER
Los pequeños nacieron por vientres de alquiler en Estados Unidos que Bosé y Palau contrataron por separado, de modo que cada uno de ellos es padre biológico de una pareja de gemelos. Los cuatro vivían juntos en Panamá con Bosé y Nacho Palau, pero tras la ruptura sentimental Bosé se marchó a México con Tadeo y Diego y Palau se instaló con Ivo y Telmo en Chelva (Valencia).
Tras la ruptura, Palau presentó una demanda para “defender sus intereses y, fundamentalmente, los de sus hijos menores”. Reclama al cantante poder seguir compartiendo el cuidado y la educación de los cuatro niños y solicita una doble acción de filiación para que tanto Bosé como él sean reconocidos como padres legales, algo con lo que el cantante no está de acuerdo.
Paradójicamente, fue tras la ruptura de la pareja –y la consiguiente demanda que interpuso Palau– cuando se conoció públicamente que Bosé había mantenido una relación afectiva desde hacía 26 años con otro hombre.
Fuente: Vanguardia