Una carta redactada en 2006 por un alto funcionario de El Vaticano corrobora que la Santa Sede recibió información sobre la conducta sexual del excardenal Theodore McCarrick de Estados Unidos en el año 2000 y otorga credibilidad a las acusaciones de encubrimiento en los escalafones más elevados de la Iglesia católica.
Catholic News Service, la agencia de noticias de la Conferencia Episcopal de Estados Unidos, se dio a la tarea de publicar la carta del entonces arzobispo, Leonardo Sandri a Boniface Ramsay, el sacerdote de Nueva York que realizó la acusación inicial.
En noviembre de 2000, Ramsay informó por carta al Vaticano del comportamiento de Theodore McCarrick, quien entonces fungía como cardenal, con seminaristas del Seminario de la Inmaculada Concepción de la Universidad Seton Hall.
Ramsay, que en ese año formaba parte del cuerpo docente de la institución, dijo que mandó la misiva a pedido del entonces nuncio de la Santa Sede porque había escuchado muchas denuncias de seminaristas a los que McCarrick habría invitado a su casa en la playa y a su cama.
Sandri, quien ahora es un importante cardenal y en aquel momento era el número 3 en la secretaría de Estado, escribió a Ramsay el 11 de octubre de 2006 pidiendo referencias sobre un exseminarista para un empleo en la Santa Sede.
En su misiva se refirió a la escrita por Ramsay seis años antes, diciendo: “Pregunto con especial referencia a los graves asuntos que afectan a algunos de los estudiantes del Seminario Inmaculada Concepción, sobre los que en noviembre de 2000 usted tuvo bondad suficiente para poner confidencialmente en conocimiento del entonces nuncio apostólico en Estados Unidos, el fallecido arzobispo Gabriel Montalvo”.
El arzobispo Carlo María Vigano, quien se encuentra en el centro de una polémica que sacudió el papado de Francisco, citó la carta de Ramsay del 2000 en su propio artículo de denuncia sobre el encubrimiento del caso McCarrick. Incluyó a Sandri dentro de una larga lista de funcionarios vaticanos que sabían de la inclinación del religioso hacia los seminaristas.
Vigano acusó también al actual pontífice de que, pese a estar al tanto del comportamiento de McCarrick desde 2013, lo rehabilitó tras las sanciones supuestamente impuestas por su predecesor, Benedicto XVI.
McCarrick presentó su renuncia como cardenal en julio luego de que una investigación de la Iglesia de Estados Unidos determinó que la acusación de tocamientos a un monaguillo adolescente en la década de 1970 era creíble.