La Operación IceBridge de la NASA tiene 15 años sobrevolando y mapeando el hielo de ambos polos. Pero el 14 de abril, John Sonntag, científico de la misión, registró algo que nunca antes había visto.
“Vimos estas cuestiones más o menos circulares solo durante unos minutos hoy”, indicó Sonntag, de acuerdo con una publicación del Observatorio Terrestre de la agencia espacial estadounidense.
“No recuerdo haber visto este tipo de cosas en otro lado”, añadió.
El científico logró tomar una imagen desde su ventana del avión de investigación P-3 mientras sobrevolaban el este del mar de Beaufort, unos 50 kilómetros al noroeste del delta del río Mackenzie, en Canadá.
La intención era observar el hielo marítimo de esta zona del Ártico que recién en 2013 empezó a ser registrada por esta misión.
“Sin embargo, la imagen despertó gran intriga, por lo que nos dispusimos a ver qué podíamos averiguar”, reconoció la NASA en dicha publicación.
Ideas y especulaciones
Explicar un fenómeno basado solo en una fotografía o imagen satelital no es algo fácil, aseguró la NASA.
Por eso, en su lugar, se dio a la tarea de ofrecer algunas “ideas y especulaciones” sobre los extraños círculos de hielo aportados por investigadores de la agencia espacial así como también por científicos de otros institutos que les enviaron sus teorías.
De acuerdo con Don Perovich, geofísico de hielo marítimo de la universidad estadounidense Dartmouth College, lo único claro es que se trata de hielo “delgado, blando y, de alguna forma, maleable”.
El científico de Operación IceBridge, Nathan Kurtz, coincidió en que es un área de hielo delgado, pero aclaró: “No estoy seguro de qué tipo de dinámica podría generar las formas de semicírculo que rodean a los agujeros. Nunca había visto algo así antes”.
Sobre los intrigantes agujeros, una teoría de la NASA es que fueron creados por focas que buscan salidas para respirar.
Chris Polashenski, científico de hielo marítimo del Laboratorio de Investigación e Ingeniería de Regiones Frías del gobierno estadounidense, agregó que también podría deberse a un proceso de convección, es decir, de transferencia de calor.
Por su parte, Chris Shuman de la Universidad de Maryland, en Estados Unidos, estimó: “Hay muchas posibilidades de que esto sean simplemente ‘aguas termales’ o filtraciones de aguas subterráneas que fluyen de las montañas y que surgen en esta área en particular”.
