En menos de de un par de semanas, Monete Hicks sufrió la muerte de sus dos hijos debido al COVID-19 en Lauderlake Lakes, urbe de la entidad de Florida, en EU.
La noche del 27 de junio, Hicks se dio cuenta de que su hijo Byron, de 20 años, tenía problemas para respirar mientras dormía, por lo que llamó a una ambulancia.
A unas horas de haber arribado al centro médico, Byron no pudo resistir al virus SARS-COV2 y murió a causa de un infarto, sin embargo, la tragedia para Monete apenas comenzaba.
A una semana de la muerte de Byeron, la hija de Monete, de nombre Mychaela fue hospitalizada tras presentar fiebre alta y constante dolor de cabeza. Luego ella murió.
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Fuente: Radio Formula