La señora de los tamales le dio un bolillo al mono capuchino porque vio que tenía hambre, así lo relató Valente Rivera, el vigilante que reportó al 911 la presencia del animal que deambulaba en el camellón de Paseo de la Reforma.
Desde el sábado, él y su compañero, quienes están encargados de las casetas de vigilancia de la calle Castillo del Morro, recibieron el reporte de que el animal se había escapado aparentemente de una de las residencias de la zona.
“Tardaron un buen en venir. De hecho, ahí en la esquina hay una señora que vende tamales y le dio un pan, un bolillo, al changuito, se lo dio con la mano y éste lo agarró con la mano y se quedó en el árbol comiéndoselo”, relató.
Llegó la Policía, los Bomberos llevaron una grúa telescópica, arribó la Unidad de Rescate Animal, activistas, personal del Bosque de Chapultepec.
Fue cerrada la circulación de Paseo de la Reforma, trataron de atraparlo durante horas, pero no lo lograron.
ANIMAL DE COMPAÑÍA
El mono pasó de casa en casa y se enfiló hacia una cañada ubicada entre Paseo de la Reforma y Constituyentes, en la delegación Miguel Hidalgo.
El activista señaló que seguramente el animal tenía sed y hambre por ello aceptó el bolillo, y que se trata de un animal de compañía que vivía en alguna residencia, pero escapó.
No fue posible hacer un rastreo con un dron porque en la zona existen inmuebles pertenecientes a embajadas y no es posible violar su espacio aéreo.