El líder de zona del cártel de Los Zetas, Moisés Escamilla “El Gordo May”, perdió la vida en el penal de Puente Grande por coronavirus. Estaba preso por decapitar a 12 personas en Cancún, Quintana Roo.
Personal médico adscrito al Centro Federal de Reinserción Social (CEFERESO) número 02 del centro penitenciario de Jalisco confirmaron que desde el 6 de mayo Escamilla May presentó problemas respiratorios y un cuadro sintomático que concuerda con el del COVID-19. Por tal motivo, el reo fue ingresado al área médica del reclusorio y falleció el 8 de mayo.
El asesino tenía 45 años y no padecía enfermedades que comprometieran su sistema inmune. Sin embargo, el ahora occiso tenía sobrepeso. También se sabe que, de acuerdo con la Secretaría de Salud de Jalisco, dentro del penal había un total de 74 casos confirmados de SARS-CoV-2, de los cuales reportan dos presos recuperados y que ya cumplieron los 21 días de aislamiento.
No sólo los presos dieron positivo la enfermedad, las autoridades de salud local también reportaron que hay un custodio fallecido por COVID-19 y nueve infectados más. Uno de ellos se reporta como grave y está conectado a un ventilador mecánico en la clínica 110 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
Pese a que las autoridades de seguridad y de salud implementaron mecanismos de bioseguridad en el penal desde el 22 de marzo, la enfermedad se manifestó el 27 de abril.
Cabe mencionar que el estado gobernado por Enrique Alfaro fue de los primeros en adoptar medidas drásticas para cuidar de sus habitantes. Por ejemplo, en el penal ya estaban prohibidas las visitas familiares desde antes que se declarara la Fase 2 de la contingencia.
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Fuente: Infobae