En la siguiente gráfica se muestran los datos oficiales, por rango de edad, de muertes asociadas al Covid en tres países europeos y México.
Las cifras para México provienen del portal de datos abiertos de la Secretaría de Salud, recolectados hasta el 14 de mayo. Los datos para los países europeos provienen del portal statista.com.
En el eje horizontal se muestran los rangos de edad de 0 a 9 años, de 10 a 19, de 20 a 29, y así sucesivamente. El eje vertical indica el porcentaje de fallecidos en cada país de acuerdo al rango de edad.
Se muestran los datos de México (en rojo), de Alemania (en azul), de Italia (en verde) y de Holanda (en negro). La distribución de decesos para México ha mantenido su forma general desde abril.
EUROPA, DECESOS EN PERSONAS DE 80 A 89 AÑOS
Salta de inmediato a la vista que las curvas de los tres países europeos son casi idénticas. El pico de decesos aparece en el rango de edades de 80 a 89 años.
Debajo de los 60 años, el porcentaje de decesos por grupo casi no rebasa el 10% en los tres países. De hecho, abajo de los 49 años, el porcentaje de decesos es mínimo.
Sin embargo, la curva para México nos relata una historia diferente: la edad media de los fallecidos es de 59 años y el porcentaje de mortalidad es mayor que en países europeos hasta los 69 años.
Pareciera que en México fallecen más jóvenes y personas de mediana edad, mientras en Europa mueren los más ancianos.
¿POBLACIÓN, DEBILITADA?
Se ha dicho que en México la población está debilitada por la prevalencia de la diabetes o por otras enfermedades. Sería esa diferencia del estado general de salud la que aclararía las discrepancias.
En México está muriendo gente que por su edad no debería tener un riesgo tan alto. Parece evidente que muchos pacientes están llegando tarde a los hospitales, incluso gente que por su edad no debería tener un riesgo tan alto.
La letalidad del Covid-19 disminuye significativamente con un trato médico oportuno. La prensa mexicana está llena de desgarradoras historias de pacientes que, aun exhibiendo síntomas, no han podido recibir una prueba del Covid y han sido enviados a su hogar hasta que se ponen graves.
Otra posible razón es que las desigualdades sociales en México son muy fuertes, y las personas de los grupos desprotegidos, ya sean jóvenes o viejos, tienden a vivir con sus familias en espacios muy reducidos y con poco o nulo acceso al agua y los sistemas de salud.
Además, viven al día y tienen que salir sin protección a buscar el sustento. Esto hace que los niños, jóvenes y adultos de estos grupos sean particularmente vulnerables a la letalidad de la pandemia, reporta El Universal.