En Francia, una mujer de ahora 50 años está siendo juzgada por mantener cautiva, durante dos años, a una de sus hijas, dentro de la cajuela de su vehículo.
El caso se remonta a 2013, cuando un mecánico, al revisar el carro de la señora Rosa-Maria da Cruz, descubrió a Séréna, una niña de dos años, al interior del maletero.
La menor estaba pálida “como un fantasma”, cubierta de excrementos, y era incapaz de mantener la cabeza erguida; de haber tardado 30 minutos más en ser descubierta, hubiera muerto de asfixia, según las autoridades.
SECUELAS PERMANENTES
A cinco años de los hechos, la menor tiene secuelas permanentes; un examen realizado en 2016, tiene un déficit funcional de 80 por ciento y un autismo probablemente irreversible; ahora vive con una familia de acogida.
Tras este hallazgo, la policía francesa detuvo a la señora Rosa-Maria y a su esposo, a quien puso la libertad poco después de comprobarse que él no tenía idea de que su mujer hubiera tenido una niña y que la llevara escondida en la cajuela durante tanto tiempo.
HASTA 20 AÑOS DE PRISIÓN
El matrimonio tiene otros tres hijos, cuyas vidas eran “mundanas”; tras ser colocados con familias de acogida, a causa de la detención de sus padres, fueron regresados con su papá después de su liberación.
La madre enfrenta un proceso que, de ser sentenciada, podría alcanzar hasta 20 años en prisión.