La Junta de Perdones y Libertades Condicionales de Texas, se dio a la tarea de negar por unanimidad dar clemencia al mexicano Rubén Ramírez Cárdenas, a poco más de 24 horas de cumplirse el plazo fijado para su ejecución por la violación y homicidio, en febrero de 1997, de su prima de 16 años.
El director de información pública del organismo, Raymond M. Estrada, informó que la Junta votó 6-0 en contra de recomendar al gobernador de Texas, Greg Abbott, posponer la ejecución y también 6-0 por no conmutar la condena del mexicano.
La decisión de la Junta de Perdones se da a la tarea de despejar el camino para la ejecución al ignorar las peticiones del gobierno de México, de Estados Unidos, de ex diplomáticos y organismos internacionales de derechos humanos que pidieron posponer la ejecución para impedir una violación irremediable al derecho internacional.
El voto en contra de la junta baja la posibilidad de salvar la vida del mexicano, aunque el gobernador Abbott, aún tiene la autoridad de frenar la ejecución por 30 días en un acto de clemencia ejecutiva.
La defensa de Ramírez Cárdenas se ha dado a la tarea de argumentar que se le violaron sus derechos como extranjero, al haber sido detenido, sin que se notificara de ello a las autoridades de su país, privándolo de una ayuda legal crítica que pudo haber cambiado el tipo de sentencia que recibió.
Sus abogados también han presentado recursos ante cortes federales en un intento de suspender la ejecución, para buscar cambiar la forma en que se obtuvo la confesión de Cárdenas, y tratar de realizar más y modernos análisis de ADN.
De no proceder ninguno de los recursos de la defensa, Ramírez Cárdenas, será ejecutado a las 18:00 horas de este miércoles en la cámara de la muerte de la Unidad Walls, en Huntsville, Texas.
De aplicársele la pena máxima, Ramírez Cárdenas, de 47 años de edad, se volvería el onceavo reo mexicano en ser ejecutado en Estados Unidos y en el décimo en Texas, desde que este país reactivó la aplicación de la pena de muerte en 1976.
Ramírez Cárdenas, de 47 años de edad y originario de Irapuato, en el estado mexicano de Guanajuato, fue sentenciado a la pena capital por la violación y muerte de su prima hermana Mayra Azucena Laguna de 16 años de edad el 22 de febrero de 1997 en la comunidad de Edinburg, en el sur de Texas.
Los padres de Laguna se dieron a la tarea de reportar la desaparición de su hija a las autoridades. En el curso de la investigación, la policía interrogó a Ramírez Cárdenas, quien se presentó voluntariamente a declarar.
Durante más de diez horas, Ramírez Cárdenas permaneció en la estación de policía y fue interrogado por nueve diferentes agentes de la policía y del Departamento del Sheriff del Condado de Hidalgo, sobre la desaparición de Mayra.
Sin embargo, a pesar de ser ciudadano mexicano, en ningún momento los agentes le informaron de su derecho a recibir la asesoría del personal del consulado de México, como lo obligan los acuerdos consulares de la Convención de Viena.
El mexicano dio una declaración a las autoridades en la que confesó que había matado a su prima y condujo a la policía al lugar en el que violó a la víctima y depositó su cuerpo.
Ramírez Cárdenas fue detenido. La policía detuvo luego a su amigo Tony Castillo, como co-acusado y éste lo implicó en el crimen.
Castillo hoy se encuentra cumpliendo una sentencia de 25 años por secuestro agravado en una cárcel de Texas y está programado a ser dejado en libertad en 2022.
Con información de Noticias MVS