Contra todo pronóstico, un niño nacido en Estados Uidos de sólo dos años que padece espina bífida logró caminar.
Antes de nacer, Roman Dinkel fue diagnosticado con espina bífida en la semana veinte de su gestación. Los médicos le comunicaron a sus papás que su hijo estaba condenado a permanecer en silla de ruedas toda su vida.
Entre otros efectos, esta malformación provoca problemas de reflejos, atrofias en piernas y/o pies, y debilidad en las extremidades inferiores.
No obstante este diagnóstico, sus papás no se dieron por vencido y para aumentar las posibilidades de que su hijo pudiera caminar, lo sometieron a una operación prenatal.
Ya con dos años, Roman no dejó de practicar con apoyo de sus papás, quienes le compraron unas muletas sin siquiera saber si sería capaz de usarlas.
Cuando logró caminar, Roman y sus papás estaban tan emocionados que publicaron varios videos de este logro en Facebook, mismos que ahora inspiran a millones de personas:
Personas de todo el planeta han dejado varios mensajes donde se alegran de la felicidad de Roman, quien demostro que todo es posible con esfuerzo y paciencia.