Cristina Zubillaga, la mujer que inspiró 19 días y 500 noches de Joaquín Sabina, asegura: No soy tan mala como me pintó en la canción, las cosas no son así, es verdad que lo dejé, pero no lo abandoné como a los zapatos viejos.
Los dos se conocieron hace ya casi tres décadas. Ella había pasado una noche de fiesta y vio, sin reconocerlo, que él se acercó para ofrecerle una copa. Y aceptó.
Luego iniciaron las diferencias conyugales, mucho de eso fue por un arresto domiciliario de Sabina. Se dice que casi todo Madrid acudía a la casa del cantautor y era cierto.
¡Quería matar a Joaquín!, recuerda entre risas Zubillaga. De pronto salía en camisón y había alguien.
EL ARRESTO
Refiere que el arresto domiciliario se dio porque una noche a una mujer que lo acosaba, sin querer le hizo algo con el vaso. Fue un mes y todos llegaban.
El rebelde Joaquín es dibujado por una de sus exparejas a través de recuerdos y anécdotas, de un artista que escribió su primera canción a los 14 años, y donde su vida privada, sin duda, ha influido en las propias canciones que ha escrito.