Es verdad que desde 1917 la pensión constituye un derecho constitucional en México, empero, los altos niveles de informalidad, el outsourcing, el aumento de freelance y las malas prácticas en cuanto al ahorro que poseen los mexicanos han hecho que en el futuro millones de jóvenes no cuenten con una pensión para su vejez.
Hay que conocer que en México, bajo el actual sistema de pensiones, se necesitan mil 250 semanas de cotización, casi 25 años, para tener acceso a un ingreso después de la vida laboral. Pero las malas prácticas de ahorro han hecho que muchos jóvenes no tengan lo necesario para sobrevivir en el futuro.
Según cifras de la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro (Consar), hoy en día el 69 por ciento de los trabajadores en México tienen un cumplimiento del requisito menor a 65 por ciento, lo que quiere decir que esa cifra de trabajadores no logrará cumplir con las exigencias que pide el gobierno mexicano para tener derecho a una pensión.
Cuando esto pasa la persona que quiera solicitar una pensión tendrá una “negativa”, lo que implica que se les dará en una sola exhibición los recursos que la persona haya acumulado en su cuenta de Afore.
Otro problema que tendrán es que a medida que pasa el tiempo, el sistema de pensiones empieza a ser insostenible en México. Esto se debe a diferentes factores como el aumento en la población de adultos mayores y la prolongada esperanza de vida del mexicano, que ha hecho imposible el mantenimiento de las 10.8 millones de pensiones actuales cuyo pago demanda el 15.5 por ciento del Presupuesto de Egresos de la Federación y el 3.7 por ciento del PIB nacional.
Expertos afirman que la situación es preocupante pues si esto sigue así, para 2020 se calcula que el mantenimiento de pensiones equivaldrá al 4.4 por ciento del PIB mexicano.
Hay otros expertos que afirman que el incremento en la vejez no es el verdadero problema en las pensiones, en realidad se trata de un problema más complicado. Advierten que la verdadera “bomba de tiempo” es el salario promedio actual, el cual es “insuficiente” para ahorrar.
En esa predicción se piensa que el sistema de pensiones mexicano explotará en unos 25 o 30 años pues en ese futuro, un trabajador que hoy tiene 27 años y cotiza ante el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) no podrá retirarse a los 52 años como lo hizo su padre, sino hasta los 67 años. Su hijo, cuando también llegue a esa edad, tendrá que esperar incluso más.
Actualmente ante el IMSS están cotizando 18 millones 994 mil 318 mexicanos. El Colegio Nacional de Actuarios (Conac) calculó que, de ese número, alrededor de 6 millones de personas, que pertenecen al sistema de pensiones de 1973, no podrán jubilarse a los 65 años y tendrán que esperar dos años más para cumplir con las mil 250 semanas de cotización. Los otros 12 millones ya pertenecen al sistema de Afore actual.
Recordemos que la Ley del Seguro Social de 1973 pedía como requisitos tener mínimo 60 años y haber cotizado sólo 500 semanas para poder acceder a una pensión. Las leyes cambiaron y en 1997 ya se hizo una obligación que el trabajador mexicano tuviera 65 años, mil 250 semanas y haber empezado a cotizar a partir del 1 de julio de 1997.
La diferencia de esas dos leyes de pensión es que en 1973 existían, por cada pensionado, 14 trabajadores activos, pero en 2016 se registró que por cada cinco pensionados había 14 trabajadores. De seguir así esa proporción, en el futuro se deberá elevar aún más la edad de retiro para evitar una quiebra financiera.
Ante este oscuro futuro que se vislumbra sólo queda una cosa que hacer: ahorrar. Los expertos aseguran que para tener un mejor futuro los jóvenes deben empezar a hacer aportaciones voluntarias a su Afore y ahorrar con objetivos y consciencia del futuro que se viene.