Nuevos retortijones de la reforma energética

 

Mouris Salloum George*

Hay algo en la mentalidad de los tecnócratas mexicanos, que no necesariamente explican la siquiatría o la sicología: Se trata de simple conveniencia de anclaje en el escalafón burocrático: Vivir fuera del presupuesto, es un error.

 

Ese proceso mental se observa particularmente en el llamado gabinete económico,siendo, como es la economía, prioridad casi única del gobierno en su expresión macro.

 

Reformas “transformadoras”, un fracaso

Pongamos en el centro las llamadas reformas “transformadoras” impulsadas por el peñismo. A la hora de la verdad, sólo la de Telecomunicaciones reporta saldos relativamente optimistas.

 

La joya de la corona, sin embargo, es la reforma energética. Seca en su embrión, la primera coartada de la que se echó mano fue: Factores externos, como si no se hubieran advertido los riesgos de la globalización.

 

Allá se divisa el tsunami: Apenas se veía una luz en el túnel con la recuperación de los precios internacionales del petróleo -que ha beneficiado a la mezcla mexicana de crudo- y se anuncia un nuevo remezón: La OPEP ha anunciado de entrada la colocación de unos dos millones de barriles diarios en el mercado y, por supuesto, a mayor oferta, menor cotización.

 

Se quiere hacer abstracción, no obstante, de que la producción de crudo esta muy por debajo de los dos millones de barriles diarios y, a falta de refinación, se depende ya de una costosa importación de derivados. Este es un resultado de una política pública interna.

 

La Bolsa Mexicana de Valores mantuvo hoy su Índice de Precios y Cotizaciones a la baja, en una tendencia sostenida desde hace un año. El precio del dólar hoy cerró a casi 20.40 pesos. El mercado bursátil baila al son que toquen en Wall Street.

 

No fueron al TLC con una pistola en las costillas

En grado y medida, los nuevos fenómenos económicos adversos se atribuyen a la revisión del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLACN). La unción a este yugo fue asumida voluntariamente por la tecnocracia mexicana.

 

De conveniencia burocrática hablamos:Inestabilidad e incertidumbre económicas son usos que se relanzaron desde que Donald Trump anunció su incorporación a las primarias presidenciales, aunque aquí ya estaban arraigados.

 

Los que temen a un cambio político interno -como si se tratara de cambio de régimen– empezaron a azotar el avispero advirtiendo que un eventual triunfo de ya saben quien sería el inicio del Apocalipsis.

 

Cuando las tendencias de intención del voto parecen irreversibles de aquí al domingo, han soltado de nuevo a sus Sibilas.

 

Banco de México: Calma y nos amanecemos

Un banco privado, evidentemente inducido por ciertos intereses creados, declaró hace unas horas que el dólar puede situarse por encima hasta de los 22 pesos. Un calambre para los timoratos.

 

El Banco de México tiene otro diagnóstico: Si gana López Obrador, no cambiará el paisaje: Los mercados ya han asumido esa posibilidad y no hay que tratar de espantar con el petate del muerto.

 

La tecnoburocracia tampoco debería espantarse. La meritocracia y el Servicio Profesional de Carrera están a su favor, si no son  funcionarios uñas largas.

 

Peña Nieto le mandó una invitación tranquilizante: Cuando concluya este proceso democrático, celebremos los resultados. Mejor no lo pudo decir Chava Flores. No vemos el lunes.

*Director General del Club de Periodistas de México, A.C.

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