La Organización de las Naciones Unidas (ONU) informó que en 2015, recibió 69 denuncias de abusos sexuales contra “cascos azules” procedentes de 21 países distintos; un número sólo superado por las 75 registradas en 2011.
Este dato fue recabado de un informe del secretario general Ban Ki-moon, publicado tras el escándalo desatado en los últimos meses por repetidos casos de abusos, a manos de fuerzas internacionales desplegadas en la República Centroafricana.
El año pasado, la ONU admitió 99 denuncias de abusos sexuales contra personal de la organización; 30 corresponden a trabajadores de agencias y estructuras al margen de las misiones de paz, que acumulan el grueso de los casos.
La cifra total había ascendido a 80 en 2014; según Ki-moon, este aumento demuestra que la ONU debe hacer más para combatir el problema.
El pasado mes de enero, Naciones Unidas hizo referencia a las 69 denuncias contra “cascos azules”, pero identificó por primera vez el origen de los supuestos agresores.
El país con más denuncias es la República Democrática del Congo con siete, seguido de Marruecos y Suráfrica con cuatro y de Camerún, la República del Congo, Ruanda y Tanzania con tres.
Benin, Burkina Faso, Burundi, Canadá y Gabón acumulan dos casos cada uno; mientras que con uno, se ubican: Alemania, Ghana, Madagascar, Moldavia, Níger, Nigeria, Senegal, Eslovaquia y Togo.
Cabe citar que, 35 de las 69 denuncias, se acumulan contra dos operaciones de paz, desplegadas en República Centroafricana (Minusca) y en la República Democrática del Congo (Monusco); el resto, están repartidas entre ocho misiones.
El informe de la ONU, detalla que, por lo menos 23 de denuncias, son por supuestos abusos a menores y 15 por sexo no consentido con mayores de edad; incluso, recibieron reclamaciones de paternidad en 15 casos.
En cuanto a la investigación de los supuestos delitos, se indica que 24 casos de militares fueron asumidos por los Estados miembros afectados -tal y como es habitual según las normas de la organización-, sin embargo, Naciones Unidas se ocupó de ocho, al no recibir respuesta del país en cuestión o haber decidido éste no investigar.
En el caso de policías o personal civil, la organización se ocupa en la mayoría de ocasiones de la investigación.
Hasta el 31 de enero, se habían completado las investigaciones de 17 denuncias recibidas en 2015, con siete casos en los que se comprobaron los delitos.
En los últimos meses, diversas organizaciones de derechos humanos, criticaron severamente que en muchos de estos casos, especialmente en los que quedan en manos de los países, los responsables se libran de penas o reciben castigos limitados.
En el informe, la ONU puntualizó que “no puede haber impunidad para las personas que cometan explotación y abuso sexual”, aclaró que la inmunidad con la que habitualmente cuentan los “cascos azules” en sus misiones, “no puede servir de escudo”.