La carrera por una vacuna anti-COVID-19 en la que están universidades y farmacéuticas de varios países hace temer que el descubrimiento beneficie solo a quienes puedan pagarlo, lo que la Organización Mundial de la Salud (OMS) quiere evitar mediante una alianza mundial público-privada.
La alianza, en la que participan gobiernos de Europa, Latinoamérica, Africa y Asia, así como entidades que federan a productores de fármacos en todo el mundo, está pensada también para dar a los países de menores ingresos, acceso a los test de diagnóstico y al tratamiento que se descubra para el coronavirus.
El mundo necesita estas herramientas y rápido, dijo el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, al presentar la iniciativa bautizada como ACT Accelerator en una vídeoconferencia en la que estuvo conectado con numerosos mandatarios y representantes del sector privado involucrado en las investigaciones científicas que se realizan para frenar la pandemia.
“NADIE ESTÁ SEGURO”
En su intervención desde Madrid, el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, subrayó que el acceso a tratamientos y vacunas eficaces en todos los países es ineludible porque “mientras haya personas afectadas por la COVID-19 en cualquier lugar del mundo nadie estará seguro”.
Todos los centros de investigación con capacidad de desarrollar vacunas han pisado el acelerador y están buscando una vacuna contra el SARS-CoV-2 en distintos países, y varios experimentos están en fase avanzada en Alemania, España, Reino Unido, Estados Unidos, China y otros países.
En el evento organizado por la OMS, el presidente costarricense, Carlos Alvarado, recordó que su país trabaja en medidas concretas para que todo el mundo tenga acceso a la tecnología para vencer al COVID-19.
¿RECONCILIACIÓN?
El presidente de Francia, Emmanuel Macron, expresó su deseo de que China y Estados Unidos “se puedan reconciliar alrededor de esta iniciativa, pues no podemos permitirnos ninguna división”.
También estuvo completamente ausente Estados Unidos, luego de las graves acusaciones del presidente Donald Trump contra la OMS, por supuesta mala gestión de la pandemia y encubrimiento de China, argumentos con los que ha justificado su decisión de recortar todos los fondos que su país destinaba a la institución.
La canciller alemana Angela Merkel prometió su apoyo a todos estos esfuerzos y dijo que vacunas, tratamientos y test deben ser considerados “bienes públicos” para ser producidos y distribuidos en todas las regiones del mundo.
Varios expertos coinciden en que la vacuna es la mejor respuesta a la pandemia, aunque recuerdan que no es la única, una reflexión que surge cuando se piensa en los avances que sin ella se han hecho en otras pandemias, como la tuberculosis, la malaria y el paludismo.