Italia decidió tomar las medidas más radicales de cuantas se han adoptado fuera de China para contener el avance del coronavirus, ante el empeoramiento del brote, en particular en el norte del país.
El Gobierno aislará, hasta el 3 de abril, toda la región de Lombardía, donde viven 10 millones de personas, la zona con mayor número de contagios, 2.742, cuya capital es Milán, y otras 14 provincias de las regiones de Piamonte, Emilia Romaña y Véneto, que en conjunto tienen más de seis millones de habitantes.
El cierre, confirmado por el primer ministro, Giuseppe Conte, afecta al motor económico del país y restringe seriamente la libre circulación de personas.
Además, el Ejecutivo también cerrará discotecas y locales similares en el resto del país y permitirá la apertura de bares y restaurantes a condición de que el espacio de los locales consienta que las personas guarden al menos un metro de distancia entre sí para evitar la difusión del virus.
También se cerrarán museos, cines y teatros de todo el territorio nacional y se suspenden las manifestaciones y los espectáculos públicos o privados.
FUERZAS DE SEGURIDAD VIGILAN
El mandatario dijo que las fuerzas de seguridad vigilarán que se cumplan estas reglas para poder salir de la zona aislada. A los residentes de estos lugares que se encuentren fuera, se les permitirá volver.
Ya no podemos permitirnos aglomeraciones en estos lugares, ha señalado Conte. Y ha explicado que las motivaciones principales son dos: frenar los contagios y evitar la sobrecarga del sistema sanitario.