Mouris Salloum George*
En cuestiones de Estado, difícil es esclarecer si la reciente extradición por España del ex director general de Pemex, Emilio Lozoya Austin, estuvo condicionada a la concesión de testigo protegido para mitigar la eventualidad de una sentencia condenatoria en su contra a cambio de delaciones escandalosas.
Lo visible hasta este momento, es la conseja popular: Cuando se pelean las comadres, salen las verdades. El imputado Emilio no pudo blindarse -como solía ocurrir antaño- en la protección de la complicidad transexenal de sus compañeros de sector y de partido: Quedó en descampado.
Del arsenal defensivo del presunto implicado,no hay hasta el momento más que especulaciones mediáticas, de cuyo acierto nos informarán, en tiempo y forma, las actuaciones ministeriales de las que eventualmente derivarán su posible consignación a las instancias jurisdiccionales correspondientes. Horas de suspenso.
Campaña presidencial del PRI, Pacto por México y contrarreforma petrolera
En vías de mientras, tres minas de mecha corta están a punto de estallar: 1) El financiamiento de la campaña presidencial del PRI en 2012 -en la que el árbitro electoral federal fue omiso; 2) Las perversas pero rentables formas de engrase del Congreso de la Unión en 2013para lograr planchar el fáctico Pacto por México, y 3) Qué precio tuvo la contrarreforma petrolera, al final del día fallida, pero costosa para el patrimonio nacional.
Ese es el grano; lo demás es paja: Hasta dónde llegue el Poder Judicial de la Federación, dependerá la solvencia jurídica con que actúe la nueva Fiscalía General de la República.
Por lo pronto, la duda razonable conduce a la podredumbre del Poder Ejecutivo federal, su titular, Enrique Peña Nieto, y miembros de su gabinete; de los pastores de la LXII Legislatura federal, algunos de los cuales fueron recompensados con gubernaturas en sus estados y otros permanecen activos en la LXIV legislatura federal, y las nomenclaturas de los partidos políticos con representación entonces en el Congreso de la Unión.
De la Fiscalía General de la República hemos registrado no hace muchas semanas declaraciones de que, al paso de los sexenios, la corrupción fue política, un Plan de Estado.
Si se sostiene ese diagnóstico y criterios, en el siguiente terreno sabremos de qué están hechos los agentes del Poder Judicial de la Federación. Tendremos, pues, noticias más temprano que tarde. Es asunto de esperar: ¿Para qué quemamos etapas editoriales? Vale.
* Director General del Club de Periodistas de México, A.C.