El Papa Francisco habló en una conferencia sobre el diablo y las acusaciones de abuso sexual dentro de la iglesia católica, a quien culpó de este problema: “El diablo está vivo, goza de buena salud y está haciendo horas extra para erosionar a la Iglesia Católica’, aseguró el pontifice.
El Pontífice está tan convencido de que Satanás es el culpable de la crisis que sufre la Iglesia por los casos de abusos sexuales y sus profundas divisiones interiores que pidió a los católicos de todo el mundo que recen una oración especial cada día de octubre para intentar derrotarlo.
“(La Iglesia debe ser) salvada de los ataques del maligno, el gran acusador, y, al mismo tiempo, ser más consciente de su culpa, sus errores y abusos cometidos en el presente y el pasado”, señaló el jerarca de la Iglesia Católica en un mensaje el 29 de septiembre.
EL DIABLO ES REAL, NO UN MITO
Desde su elección en 2013, Francisco ha dejado claro que cree que el diablo es real. En un documento de abril sobre la santidad en el mundo moderno, mencionó al demonio más de una decena de veces.
“No deberíamos pensar en el diablo como un mito, una representación, un símbolo, una forma de hablar o una idea. Este error no llevaría a bajar la guardia, crecer sin preocupaciones y terminar siendo más vulnerables”, escribió en el documento.
La Iglesia se ha visto afectada por múltiples casos de abusos sexuales, desde Alemania hasta Estados Unidos pasando por Chile. Al mismo tiempo, el aumento de la polarización entre conservadores y liberales en la Iglesia se ha traspasado a las redes sociales.
PIDE INTERCESIÓN DE MIGUEL ARCÁNGEL
Francisco está tan convencido de que Satanás es el culpable último de la difícil situación que atraviesa la Iglesia que pidió la intercesión de San Miguel Arcángel, que es mencionado varias veces en la Biblia como el líder de los ángeles que derrotaron a Lucifer, el ángel caído, y le expulsaron del paraíso.
Por esto se pidió a los católicos que reciten diariamente el rosario en octubre, concluyendo con una oración a San Miguel que se pronunciaba en misa hasta 1964 y después cayó en desuso.