Durante una audiencia en el Vaticano ante más de 900 superioras de institutos religiosos femeninos, el papa Francisco afirmó que las mujeres podrían acceder al diaconato -grado inferior al sacerdocio-, que les concede la facultad de administrar el bautismo, distribuir la eucaristía o celebrar matrimonios.
Durante el encuentro con la Unión Internacional de Superioras Generales (UISG), el papa fue cuestionado: “¿Por qué la Iglesia excluye a las mujeres como diáconos?”, “¿por qué no constituye una comisión oficial que estudie esa posibilidad?”. En respuesta, mencionó: “¿Constituir una comisión oficial para estudiar la cuestión? Creo que sí. Sería un bien para la Iglesia aclarar este punto. Estoy de acuerdo. Hablaré para hacer algo por el estilo. Acepto la propuesta. Será útil para mí tener una comisión que lo aclare bien”.
Aunque en el Nuevo Testamento –concretamente en la epístola a los filipenses, datada a mediados del primer siglo después de Cristo—se hacía mención de los diáconos, el Concilio Vaticano II situó al diaconato en el grado inferior de la jerarquía, por debajo del sacerdocio, y estableció entre sus funciones las de “administrar solemnemente el bautismo, reservar y distribuir la eucaristía, asistir al matrimonio y bendecirlo en nombre de la Iglesia, llevar el viático a los moribundos, leer la Sagrada Escritura a los fieles, instruir y exhortar al pueblo, presidir el culto y oración de los fieles, administrar los sacramentales, presidir el rito de los funerales y sepultura”.
Cabe destacar que, durante el vuelo de regreso de Río de Janeiro, el 29 de julio de 2013, Francisco destacó: “Sobre la participación de las mujeres en la Iglesia no nos podemos limitar a las mujeres monaguillo, a la presidenta de Cáritas, a la catequista… Tiene que haber algo más, hay que hacer una profunda teología de la mujer. En cuanto a la ordenación de las mujeres, la Iglesia ha hablado y dice no. Lo dijo Juan Pablo II, pero con una formulación definitiva. Esa puerta está cerrada. Pero sobre esto quiero decirles algo: la Virgen María era más importante que los apóstoles y que los obispos y que los diáconos y los sacerdotes. La mujer en la Iglesia es más importante que los obispos y que los curas. ¿Cómo? Esto es lo que debemos tratar de explicitar mejor. Creo que falta una explicitación teológica sobre esto”.
Durante una audiencia en el Vaticano ante más de 900 superioras de institutos religiosos femeninos, el papa Francisco afirmó que las mujeres podrían acceder al diaconato -grado inferior al sacerdocio-, que les concede la facultad de administrar el bautismo, distribuir la eucaristía o celebrar matrimonios.
