Descubre las principales ventajas que se pueden obtener al tintar las lunas de cualquier vehículo.
En la actualidad, cada vez es más frecuente ver diferentes tipos de automóviles con las lunas tintadas. Una moda que otorga privacidad, elegancia y sensación de exclusividad a los coches, y que por ello es elegida por una gran cantidad de usuarios que quieren darle un toque distintivo a su automóvil.
La tarea de tintar las lunas del coche es bastante compleja, por lo que lo más recomendable es ponerse en manos de expertos en la materia como premiumglass.es, una empresa especializada en tintado de lunas y láminas homologadas que se caracteriza por ofrecer servicios rápidos y de gran calidad a sus clientes.
Una buena forma de darle mayor discreción al vehículo, que además genera beneficios para los conductores, ya que por ejemplo, los cristales tintados sirven de protección contra los deslumbramientos en la carretera. Por otro lado, las lunas tintadas también protegen la piel de los conductores de los dañinos rayos del sol.
¿Es legal tintar las lunas del coche?
Una de las preguntas más frecuentes que se plantean las personas que quieren tintar las lunas de su vehículo, es si esta práctica es legal en España. Respecto al tintado de lunas existen una serie de requisitos de obligatorio cumplimiento, pero que en ningún caso prohíben llevar a cabo esta acción en el automóvil.
La normativa sobre el tintado de lunas es muy clara, y señala que las ventanillas delanteras y la zona del parabrisas no se pueden tintar de ningún modo. Según esta normativa, al tintar esas zonas del vehículo se pueden generar situaciones de riesgo o inseguridad en la carretera que acaban provocando accidentes. Por ello, la normativa establece sanciones para evitar este tipo de prácticas.
El resto de lunas del vehículo si pueden tintarse, aunque deben contar con un certificado de homologación expedido por el fabricante y cumplimentado por el taller o empresa encargada de instalarlas. Además, este certificado debe estar presente siempre en el vehículo (junto a la ficha técnica) para ser mostrado ante las autoridades policiales o en el momento de superar la ITV.
Razones para tintar las lunas del automóvil
Como ya se ha comentado al inicio del artículo, hoy en día cada vez es más frecuente ver cómo muchos automóviles tienen tintadas algunas de sus lunas. Una acción que otorga elegancia y discreción al coche, pero que además puede aportar más beneficios para el conductor y sus acompañantes.
Por ejemplo, al tener las lunas tintadas es más complicado ver desde el exterior quién va en el interior del vehículo. Por otro lado, en el caso de aparcar el coche en la calle, el propietario no tiene que preocuparse por el robo de objetos de gran valor económico o personal, puesto que estos no pueden ser vistos por los viandantes.
Además, los asientos, la tapicería y las partes internas tendrán un mayor periodo de vida, ya que estos no estarán expuestos directamente a la incidencia del sol cuando el vehículo esté aparcado fuera del garaje. Unos beneficios muy llamativos, que están provocando que muchas personas se decanten por la instalación de lunas tintadas en el automóvil.
Principales ventajas de tintar las lunas del coche
Si por algo destaca principalmente la instalación de lunas tintadas en el coche, es por proteger a las personas de los rayos dañinos del sol. Es cierto que algunos cristales ya incorporan elementos que protegen a los viajeros de la luz del sol, pero gracias a las lunas laminadas se puede llegar a bloquear más del 90% de los rayos UVA.
De este modo, las personas quedan protegidas de la radiación solar pero también se evitan temperaturas elevadas dentro del vehículo (dando un mayor confort a los pasajeros durante el viaje). Al reducir la temperatura en el interior del automóvil no es necesario utilizar el climatizador de manera constante, por lo que se produce un importante ahorro en el consumo de combustible.
Por otra parte, en caso de que se produzca un accidente, las tintas laminadas evitan que los cristales del coche se rompan en mil pedazos y puedan provocar lesiones a los pasajeros. Una excelente herramienta de protección, que tampoco permite que los ocupantes del vehículo salgan despedidos si se produce un choque o colisión en la carretera.