Solo cuando el humo se disipó fue posible apreciar la escala de la tragedia.
Una escena de devastación llenó el salón de bodas de Kabul, la capital de Afganistán, blanco de un ataque con bomba del grupo extremista Estado Islámico (EI).
Los novios sobrevivieron al atentado, que mató a 80 personas. Pero el resentimiento de los familiares de quienes murieron los atormenta todos los días.
Cientos de invitados esperaban pacientemente en el inmenso salón de bodas a que terminara la ceremonia, a la que le seguiría una cena de celebración.
Pero nunca llegarían a probar el banquete. Alguien lanzó una bomba, lo que causó pánico y confusión.
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