Donald Trump, presidente de Estados Unidos, resaltó la labor de los agentes fronterizos puesto que, según dijo, tienen que lidiar con unas leyes “absurdas”, por lo que volvió a insistir en la necesidad de que el Congreso apruebe una nueva legislación “inteligente, rápida y razonable”.
El presidente, asimismo, de nueva cuenta insistió en que Estados Unidos debería poder expulsar a los inmigrantes que entren de manera irregular en el país sin tener que hacer frente “a un costoso juicio” y rechazó la posibilidad de contratar nuevos jueces con el objetivo de agilizar los procesos judiciales.
“Digámosle a la gente ‘¡Fuera!’ y que se vayan, tal y como harían si estuvieran en vuestro jardín”, justificó Trump, quien acabó su diatriba con un último mensaje en el que bramaba: “¡Congreso, ARREGLA NUESTRAS ABSURDAS LEYES MIGRATORIAS YA!”.
Esta batería de mensajes muestra un cambio de opinión del presidente respecto al pasado 22 de junio, cuando invitó a los legisladores a dejar aparcada la reforma migratoria hasta después de las elecciones legislativas de noviembre.
En dichos comicios se encontrará en juego un tercio de los escaños del Senado y la totalidad de los de la Cámara de Representantes.
Entonces, Trump acusó a los demócratas de estar “jugando” con este asunto puesto que, en su opinión, no tenían intención de hacer “nada” para resolver un “problema que tiene décadas de antigüedad”.
Cinco días después de este mensaje, y a pesar de saber de antemano que no contaban con los apoyos necesarios, los republicanos presentaron ante la Cámara baja su propuesta migratoria que fue rechazada al no contar siquiera con el apoyo de la mayoría de los representantes de su partido.