Placer y tratamiento: Cigarrillos electrónicos y vapeadores para dejar de fumar

Existe mucha polémica respecto a la salud que se atañe a los vapeadores y cigarrillos electrónicos. No obstante, la popularidad de estos dispositivos, lejos de la espectacularidad de su sabor y su humo coreográfico, radica en su razón de ser. Bajo el propósito de regular los niveles de nicotina hasta dejar el hábito, esta alternativa al cigarrillo convencional goza de legislación, tanto como de aprobación por parte de sanidad.

Una alternativa más sana al cigarrillo tradicional

Es un hecho que fumar, a pesar de su nocividad, confiere un inexplicable placer que muchos asocian a la reflexión, el descanso o incluso a la celebración. Aunque el cigarrillo tradicional está presente por doquier, los cigarrillos electrónicos y los llamados vapeadores están en auge. Especialmente debido a su sabor. Existiendo en los liquidos para vapear miles de sabores frutales, dulces, mentolados, tabaquiles, de bebidas y de postres. Un repertorio de aromas y sabores tan extenso que resulta increíblemente fácil perderse. Por lo que es bueno recurrir a tiendas donde estén bien clasificados por sabores. Y que, además, sean seguros y estén correctamentelegislados.

En España, el cigarrillo electrónico tiene una legislación más dura que la exigida por la Unión Europea y mucho más exigente que laexistenteenEstadosUnidos. Por lo que el consumo de líquidos de cigarrillo electrónico en vaper o cigarrillos electrónicos, como los ofrecidos por tiendas como Vitalcigar.es, son seguros en España y están regulados y aprobados por sanidad. En dicha relación es preciso destacar que este tipo de cigarrillos son una perfecta vía para dejar de fumar. El método consiste en substituir el tabaco convencional por una alternativa más sana que, poco a poco, permita dejarlo atrás. Y es aquí donde toma especial importancia la nicotina.

Del cigarrillo electrónico al vapeador

La nicotina es una sustancia tóxica extraída de las hojas del tabaco, o producida sintéticamente, cuya administración en pequeñas dosis produce efectos de euforia, disminución del apetito y otras. Dado su naturaleza estimulante, la adicción forma parte de sus consecuencias, junto con intoxicaciones más severas si esta se toma en cantidades elevadas. Por ello, la nicotina es lo que hace más difícil dejar el tabaco. Y aunque hay personas que puedan abandonar el hábito de un día para otro, dejar de fumar paulatinamente requiere de una reducción gradual de nicotina con la que asimilar mejor su terminación. Entra aquí en juego el cigarrillo electrónico.

Un cigarrillo electrónico es un dispositivo discreto que imita al cigarro convencional. Funciona mediante una pequeña batería que calienta una solución liquida, o e-liquid, hasta convertirla en vapor. Este líquido se coloca mediante cartuchos cambiables o recargables, existiendo en ellos muchísimos aromas y sabores. El vapeador, por otra parte, es una especie de cigarrillo electrónico más voluminoso y sofisticado. Contando con distintos acabados y diseños, así como otros parámetros de ajuste para adaptar su uso al consumidor. En ambos, el nivel de nicotina es elegible e incluso cuenta con líquidos sabor tabaco.

El enemigo: La nicotina

Como indica Vitalcigar.es en su blog, el cigarrillo electrónico tiene como objetivo dejar de consumir los compuestos tóxicos del cigarrillo tradicional, así como disminuir el nivel de nicotina. Para ello, es recomendable empezar con niveles de nicotina parecidos a los consumidos habitualmente para, tras un tiempo, irlos reduciendo al mínimo. De algún modo, el juego psicológico de todo ello consiste en la transición des del estímulo asociado a la nicotina al placer que suscite el sabor escogido. Algo relativamente fácil, teniendo en cuenta que tanto el olor como el sabor del cigarro convencional es incomparable con el del cigarrillo electrónico.

Principalmente, en cuestiones de salud, el mayor mal de fumar es la nicotina, tanto en cigarrillos tradicionales como en vapeadores o cigarrillos electrónicos. Introducir substancias dañinas en los pulmones es perjudicial, más aún si éstas están sujetas a un hábito adictivo. Por ese mismo motivo, la regulación de los niveles de nicotina mediante un líquido vaper que permite esta forma distinta de fumar es beneficiosa para la salud. Básicamente, viene a ser un tratamiento práctico y personalizado con el que abandonar el consumo de sustancias tóxicas.

Fumar como hábito recreativo

Los motivos por los que un individuo decide fumar son muy distintos. Puede deberse a cierta presión social, a causa del estrés, por imitación paterna y muchas causas más. Fumar se ha convertido en un hábito recreativo que lubrica las dotes de socialización del individuo. Del mismo modo, opera como placebo ante situaciones de frustración mediante algo tan simple como es detenerse un momento y respirar profundamente. Y es perfectamente normal. El ser humano precisa de válvulas de escape con las que incardinarse mejor tanto en su propia existencia, como en la vida colectiva.

Aunque los cigarrillos electrónicos y vapeadores tengan, a parte de su fin terapéutico, una subyacente opción recreativa, son muchos los jóvenes que empiezan a fumar mediante esta alternativa. Las redes sociales están cargadas de vídeos donde el denso humo de estos dispositivos es protagonista, coreografiando un baile etéreo que rodea al fumador y su escenario. La fascinación que ello produce en la inmadura e impresionable mente de un menor requiere de control parental. Y es por dicho motivo necesario reincidir en la naturaleza del cigarrillo electrónico como fórmula para dejar de fumar y no para empezar a ello.

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