Según la Asociación Estadounidense de Cirujanos Plásticos, el “levantamiento brasileño” presenta el número más alto de muertes de todos los procedimientos estéticos.
En una sociedad obsesionada por los estereotipos de belleza, esta práctica sigue ganando popularidad pero los pacientes deben asegurarse de estar en manos de médicos certificados.
Además, exigir que se les expliquen de manera clara los riesgos latentes de esta cirugía, que incluyen la posibilidad de una embolia de grasa y hasta un derrame en el cerebro.
¿IMPLANTES DE SILICONA?
La técnica tradicional de aumento tanto de trasero como de busto, es mediante implantes de silicona. Empero, algunos expertos no están de acuerdo con el uso de implantes para el levantamiento de glúteos, pues consideran que por su localización, los riesgos de rechazo son elevados. Incluso, se dan casos en los que los implantes se voltean dentro del glúteo, provocando problemas en las terminaciones nerviosas.
La técnica brasileña descarta el uso de implantes y apuesta por el incremento a través de la inyección de grasa corporal, extraída de la misma paciente.
Para ello, se le somete a una liposucción en caderas, abdomen y piernas, previa al aumento.