La atroz técnica del necklacing hace estragos en algunas partes del planeta sin que nadie mueva un dedo.
Así se las gastan amparados en la sharia, la ley que aplica a rajataba y más allá los dictados del islam (Samantha, la ‘viuda blanca’ yihadista que sueña con perpetrar una carnicería en las playas españolas).
Es el Estado de Bauchi, uno de los 36 que forman Nigeria, donde los homosexuales a veces no llegan siquiera a ir a la cárcel porque, por el camino, los atrapan los exaltados vecinos y los queman vivos mediante la atroz técnica del necklacing: los meten en un neumático a modo de mordaza, y les rocían con gasolina para que ardan.
Un atroz video llega desde esos lares africanos, y en donde el protagonista es un homosexual a quien al parecer han sorprendido con un amante. Así, resignado a su suerte, el sujeto se deja quemar sin apenas quejarse, mientras una violenta horda le insulta y azuza el fuego.
CONDENA DE AMNISTÍA INTERNACIONAL
La reciente aprobación en países africanos, como Uganda, de leyes que encierran a los homosexuales de por vida entre rejas, por serlo, mostrarlo o unirse en pareja, cuenta con la condena de distintas organizaciones, como Amnistía internacional, pero nadie hace el menor caso.
Según las últimas cifras, 38 de los 54 países del continente africano, criminalizan la homosexualidad. En algunos, como Mauritania, Somalia o Sudán, ese delito puede llevar a una sentencia de muerte. (Fuente: www.periodistadigital.com)
EJECUCIÓN SUMARIA
Wikipedia refiere que Necklacing es la práctica de la ejecución sumaria extrajudicial y la tortura llevada a cabo forzando un neumático de goma, lleno de gasolina, alrededor del pecho y los brazos de la víctima, y prendiéndole fuego.
La víctima puede tardar hasta 20 minutos en morir, sufriendo quemaduras graves en el proceso. Esto sucede en pleno siglo XXI.