En un principio el nombre que tenía que quedar escrito en el brazo de la mujer era Kevin, pero por error del tatuador quien le agregó una ‘l’ quedó Kelvin. Ello le sucedió a Johanna Giselhäll Sandström, quien se dio cuenta del yerro cuando ya iba camino a casa.
La mujer entonces se devolvió al local del tatuador, pero el artista le dijo que no podía hacer nada salvo devolverle el dinero.
Ella buscó por todos los medios en tratar de eliminar el tatuaje, pero los métodos buscados no fueron suficientes y finalmente tomó la decisión de cambiar el nombre a su hijo.
İsveç’te yaşayan Johanna Giselhall Sandstrom, oğlunun adını dövme yaptırmak istedi: Dövme sanatçısı Kevin ismini ‘Kelvin’ olarak yazınca bir süre şok yaşayan kadın çareyi oğlunun adını Kelvin olarak değiştirmekte buldu…?♀️ pic.twitter.com/IlviQHR9e5
— GÜZEL GERÇEKLER (@hicnesesiyokk) 16 de mayo de 2018