La nación más grande de América Latina podría tener un presidente abiertamente homofóbico, racista y misógino.
Jair Bolsonaro, populista de ultraderecha, lidera las encuestas rumbo a las elecciones presidenciales de Brasil, que serán el 7 de octubre.
Bolsonaro, quien defiende la tortura, la pena de muerte y la tortura militar, tiene 28 por ciento de las preferencias, 12 puntos de ventaja sobre su más cercano rival, Fernando Haddad, exalcalde de Sao Paulo del Partido de los Trabajadores (PT).
El candidato ultraconservador, quien tiene el respaldo de los líderes evangélicos fundamentalistas, se opone a todos los derechos de la comunidad LGBT.
En una entrevista con la revista Playboy, en 2011, declaró que prefería que su hijo estuviese muerto a que fuese homosexual.
“Yo no voy a discriminar o a pelear, pero sí veo a dos hombres besándose en la calle, los voy a golpear”, declaró en otra ocasión.
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