Un británico de 44 años y portador del virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) se ha vuelto oficialmente el primer ser humano al que se ha conseguido curar por completo del mal gracias a una técnica especial para este propósito, comunica el diario británico ‘The Times’.
El paciente ha sido el primero de un conjunto de 50 personas que fueron sometidas a un revolucionario tratamiento diseñado por varias universidades del Reino Unido.
Las últimas pruebas de laboratorio muestran que el virus ya no se encuentra presente en la sangre del paciente, aunque los médicos desean mantener la calma y esperar unos meses para declararlo completamente curado de la patología. De esta forma, se descartaría una eliminación temporal del virus como causa del tratamiento común que lleva a cabo el paciente.
El nuevo método ha sido creado para hallar y destruir el virus en todo el cuerpo, incluyendo las células donde el VIH no está activo y evade todos los tratamientos conocidos hasta el momento.
Se trata de una técnica revolucionaria que ha sido lograda gracias a la estrecha cooperación de las universidades de Oxford y Cambridge de los londinenses Imperial College, University College y Kings’ College.
Bajo esta nueva estrategia de combate contra el virus, el paciente es inicialmente sometido a una vacuna, con el propósito de que el sistema inmunológico adquiera la habilidad de detectar las células infectadas. Posteriormente, se usa una droga que obliga a las células pasivas a producir proteínas, lo que las convierte en células activas. Estas células son finalmente ubicadas y eliminadas por el cuerpo del paciente.
Si esta revolucionaria técnica finalmente se declara exitosa, podría cambiar la vida de las cerca de 37 millones de personas infectadas en todo el mundo. Anteriormente, el estadounidense Timothy Ray Brown fue considerado como la primera persona curada de la enfermedad, al ser sometido en 2007 a un tratamiento poco convencional de cambio de médula ósea realizado en Alemania. Sin embargo, los médicos atribuyeron esta cura a los efectos de una rara mutación genética que no puede ser considerada como la cura de la patología.