La princesa Isabel de Bélgica, duquesa de Brabante, renuncia a una paga de 2 mil 500 euros diarios, a los que tendría derecho al cumplir 18 años y como heredera del trono belga, para estudiar.
Y es que la asignación de esta paga no solo es un derecho de la princesa al cumplir 18 años el próximo 25 de octubre, implica obligaciones como miembro de la familia real de Bélgica.
Si aceptara el dinero, tendría que poseer una casa y tener colaboradores propios, además de elaborar una agenda oficial para justificar gastos.
EN LA UNIVERSIDAD ATLANTIC DE GALES
Su padre, el rey Felipe, sí recibió ese pago durante el tiempo en que fue príncipe heredero, pero los reyes belgas quieren que su hija no vea su agenda repleta de actos oficiales cuando debe estudiar.
Según el periódico De Morgen, el asunto de la millonaria paga ni siquiera está sobre la mesa, porque los reyes Felipe y Matilde prefieren aplazar este trámite para que su hija continúe con sus estudios en la Universidad Atlantic de Gales, en Reino Unido, que terminan hasta el verano del 2020.
Además, si la familia real sigue la tradición, la sucesora del rey Felipe de Bélgica será enviada al extranjero en algún momento para recibir instrucción militar, y lo consideran incompatible con las exigencias de recibir una paga del Estado.
CON CARGO AL ERARIO PÚBLICO
También hay una polémica en el terreno político: los nacionalistas flamencos han expresado que quieren erradicar los pagos a los miembros de la familia real, con cargo al erario público.
Sin embargo, esa idea no ha encontrado respaldo entre los otros partidos de Bélgica y tampoco entre la población.
Si logran alguna reforma legal, probablemente solo afectaría a los hijos del rey Felipe y la reina Matilde, según análisis del diario The Brussels Times.