El verano es una de las mejores épocas del año para viajar a cualquier destino. Se puede elegir playa, montaña o, incluso, ciudad. Un país que ofrece todo ello es Estados Unidos, ya que cuenta con una superficie de 3797 millones de millas cuadradas llenas de parques naturales, extensas costas y playas, así como ciudades totalmente distintas unas de otras.
Si se prefiere montaña, se pueden visitar Yosemite, Zion, Montañas Blancas, Acadia, Yellowstone, entre otras muchas montañas y caminatas. Los amantes del agua pueden optar tanto por la costa este como la oeste. La primera ofrece las mejores y más conocidas playas de Florida y la segunda, los atardeceres y acantilados de California. Por último, las ciudades como Nueva York, Boston, Seattle, Chicago, Las Vegas o Washington DC no dejarán indiferente a nadie que quiera pasear, ver monumentos y grandes construcciones arquitectónicas.
Es cierto que todo ello suena muy apetecible e interesante. Por ello, todo turista que esté interesado deberá saber qué necesita para ir al mencionado país.
En primer lugar, hablaremos de la documentación imprescindible: pasaporte con visa americana. El proceso para solicitar un visado es muy sencillo. El primer paso es completar el formulario DS-160 de forma online. Se trata de un cuestionario que incluye tanto preguntas de datos personales del solicitante como cuestiones relacionadas con el viaje y la estancia en el país.
Todo ello se debe contestar en inglés en un periodo de tiempo limitado. En caso de que dicho periodo se sobrepase, la sesión caducará y el usuario deberá comenzar el proceso de nuevo. Antes de comenzar a rellenar dicho formulario, el solicitante debe saber que existen muchos tipos de visados diferentes. Habrá que escoger el que más se adapte a los motivos de nuestro viaje: turismo, negocios, intercambio cultural, entre otras finalidades.
Una vez completado el DS-160, se imprimirá la hoja de confirmación del mismo. Posteriormente, se debe crear una cuenta virtual para poder acceder al Servicio de Información de Visas, desde donde se deberá programar una cita y validarla. Para ello, se deberá pagar la cuota del visado, que no se podrá devolver, incluso aunque éste resulte denegado.
La entrevista es uno de los pasos más importantes de la solicitud de un visado. Por lo tanto, el solicitante deberá ser puntual y no olvidar ninguno de los documentos: pasaporte, hoja de confirmación del formulario DS-160, fotografía reciente con las características solicitadas (a color, con fondo blanco y de medidas 5cm x 5cm) y recibo de pago de la cuota.
La entrevista en sí no suele durar más de unos cinco minutos. Es necesario que el solicitante responda con total sinceridad a las preguntas que, normalmente, serán sobre datos personales y, sobre todo, motivo del viaje.
En caso de que el visado le sea concedido, se le notificará en ese mismo instante, al igual que si es denegado. Si resulta apto, el solicitante deberá dejar su pasaporte en manos de las autoridades para que expidan el visado. Cuando esté listo, podrá recogerlo en algunas de las oficinas que le indiquen en la embajada o consulado.
