Protestas antigubernamentales dejan cientos de heridos en Rumania

 

Las autoridades rumanas reportaron este sábado que al menos 440 personas, incluidas dos decenas de policías antidisturbios, recibieron atención médica por diferentes heridas, luego de que una protesta antigubernamental se volviera violenta.

 

El Servicio de Emergencia de Bucarest-Ilfov señaló que, del número reportado, 65 personas, entre ellas nueve policías antimotines, fueron llevadas al hospital. No hay informes inmediatos de lesiones que amenacen la vida.

 

Las protestas han sido organizadas y promovidas por grupos de rumanos que trabajan en el exterior, indignados por lo que dicen es corrupción arraigada, bajos salarios e intentos del gobierno de debilitar al poder judicial en uno de los estados más corruptos de la Unión Europea.

 

EXIGEN RENUNCIA DEL GOBIERNO POR CORRUPCIÓN

La movilización antigubernamental en Bucarest atrajo el viernes en la tarde a decenas de miles de rumanos del extranjero y residentes locales que exigieron la renuncia del gobierno del Partido Socialdemócrata por la corrupción y la carestía de la vida.

 

El número de participantes en la marcha fue creciendo desde primeras horas de la tarde, con muchos rumanos residentes en países como Alemania, Francia, Italia y España que se han desplazado a Bucarest para participar en la protesta, y visitar a sus familiares.

 

Entre 30 mil y 50 mil personas, incluidos muchos expatriados que regresan, se presentaron en todo el país, según los informes de los medios.

 

Un grupo de manifestantes intentó ingresar al edificio del gobierno en Bucarest, pero fueron detenidos por el cordón de seguridad de la policía.

 

 

PAÍS DE MIGRANTES

Más de tres millones y medio de rumanos, de una población de 20 millones, trabajan actualmente en el extranjero -la mitad en España e Italia-, y llegan a enviar más de mil millones de remesas, según las autoridades.

 

La movilización se tornó violenta la noche del viernes luego de que la policía antidisturbios disparó gases lacrimógenos y cañones de agua para sofocar a los manifestantes.

 

Algunos manifestantes arrojaron piedras, botellas y bombas de humo a la policía antidisturbios.

 

De acuerdo con reportes preliminares de los servicios de urgencias, en principio más de cien manifestantes fueron atendidos por la inhalación de los gases y varias decenas de agentes resultaron heridos por el lanzamiento de piedras y botellas.

 

INTERVENCIÓN BRUTAL DE LA POLICÍA

El presidente Klaus Iohannis, un crítico del gobierno de izquierda, condenó “la intervención brutal de la policía antidisturbios”.

 

Las protestas pacíficas se han celebrado repetidamente desde que los socialdemócratas tomaron el poder a principios de 2017 y trataron de despenalizar varios delitos de corrupción.

 

A principios de este año, impulsaron cambios en el código penal a través del Parlamento que han despertado inquietudes de la Comisión Europea y del Departamento estadunidense de Estado.

 

En julio, el presidente Iohannis aprobó el despido de la fiscal anticorrupción Laura Codruta Kovesi, que había estado liderando las investigaciones de políticos locales y nacionales por corrupción.

 

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