Pueblos de Aldama y Chenalhó firman la paz después de décadas de conflicto territorial

 

Comunidades de Aldama y Chenalhó, Chiapas, firmaron un acuerdo de no agresión tras un histórico conflicto territorial entre pobladores que derivó en enfrentamientos, asesinatos y desplazamiento forzado de cientos de familias.

 

El subsecretario de Gobernación, Alejandro Encinas, estuvo presente en la firma del pacto, al cual consideró como el inicio de una nueva etapa de paz y reconciliación”.

 

“Un evento histórico que da muestra de que cuando hay inteligencia, sabiduría y voluntad, se llega al entendimiento”, publicó el funcionario federal en su cuenta oficial de Twitter, acompañado de lo pobladores y del gobernador de Chiapas, Rutilio Escandón Cadenas.

 

LA RIVALIDAD

Entre la agencia municipal de Santa Martha, en Chenalhó, y las comunidades de Aldama es histórica. Solo un río divide a ambas localidades. Las parcelas de ambos lados son el más reciente factor de disputa.

 

Los problemas de tierras entre ambas zonas vienen desde de la década de los años 70 cuando se hizo la reforma agraria en el país. Pero durante mucho tiempo, habían logrado negociar y consensar.

 

EN 2016

Cerca de 90 familias de Cocó, 145 de Tabak y de otras partes de Aldama tuvieron que salir huyendo de sus comunidades.

 

Pudieron volver hasta después de un año, aunque estuvieron denunciando permanentes ataques con armas de fuego por parte de sus vecinos, que los obligaban a abandonar sus casas. Como resultado de esos ataques, 24 personas, de ambos grupos, fueron asesinadas.

 

Apenas la semana pasada, los pobladores de Aldama reportaron un incremento de la violencia y se quejaron de continuos disparos de arma de fuego, provenientes de diferentes puntos de Santa Martha, que les impedían hacer sus labores cotidianas. 

 

 

ACUERDO INCLUYE

Al encuentro para formalizar el convenio acudieron representantes de ambos municipios, quienes se sentaron lado a lado de las autoridades federales y estatales. El acuerdo incluye los siguientes puntos:

 

1.- Como consecuencia de las diferencias y problemas en los que se ha derramado sangre de manera injusta, consideramos este el momento idóneo para firmar el convenio de no agresión. No deseamos más violencia, no más derramamiento de sangre, ni enfrentamientos con armas.

 

De hoy en adelante, cualquier incidente que se presente por la violencia lo resolveremos por la vía del diálogo y la composición amigable, sin provocar más enfrentamientos. Acordamos un pacto de no agresión, obligándonos a construir unidos el estado de derecho y la civilidad que tanto necesitan Aldama y Chenalhó.

 

2.- Las partes manifiestan que en la celebración del presente acuerdo han emitido libremente su voluntad y consentimiento, sin que haya mediado error, dolo o mala fe ni cualquier otro vicio, por lo que renuncian a ponerlos como causa de nulidad o inexistencia jurídica.

 

3.- Las partes convienen en que el gobierno del estado será el garante de los acuerdos y compromisos establecidos en el convenio.

Fuente: .animalpolitico.com

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