Ismael Sosa, con una actuación en la que marcó un gol, dio una asistencia y llevó a la desesperación a Miguel Samudio y Pablo Aguilar para que fueran expulsados, empujó a Pumas a su primera victoria de 3 a 0 sobre el América en el Estadio Azteca.
Incluso, opacó un error del árbitro Fernando Guerrero, quien anuló un gol legítimo de Matías Britos, para llevar al club universitario a una de sus noches más dulces, que lo encamina hacia la final.
Aunque dominaron en los primeros minutos, las Águilas se dieron cuenta con el andar del juego que el equipo universitario era muy distinto al que le dieron toque en la jornada 17.
FELINOS, ORDENADOS EN SU PARTE BAJA
Ayudó que Guillermo Vázquez colocara a Matías Britos cerca de Javier Cortés y David Cabrera para que su rival no tuviera una buena noche, pero también el que los felinos fueran más meticulosos y ordenados en su parte baja.
Michael Arroyo y Osvaldo Martínez habían mandado dos avisos a la portería universitaria hasta antes que estallara la polémica. Frágil, el cuadro universitario se regaló en el comienzo y únicamente pudo equilibrar con una acción a balón parado, en la que Britos mandó el esférico al arco, para de ahí incomodarle el encuentro a las Águilas.
En el resto de la primera mitad, el partido se ensució para no regalar casi nada y fue hasta la complementaria, en el minuto 52, cuando cambió su trayecto gracias a una expulsión de Pablo Aguilar, que se dio gracias a que Ismael Sosa lo fue a buscar y le sacó una falta que Fernando Guerrero consideró era suficiente para mostrarle la segunda amarilla.
MONÓLOGO AURIAZUL
A partir de ese momento se trató de un monólogo auriazul, en el que acabó por arrollar a las Águilas, con Sosa al frente. El argentino siguió con su recital para marcar el 1-0 tras un centro de Fidel Martínez en el minuto 62 y minutos después llevó a la expulsión a Samudio.
Pumas encontró otras dos anotaciones en los minutos 74 y 78, vía Gerardo Alcoba que rescató un pase de Fidel que se le había escurrido a Ludueña y, de nuevo, gracias a Sosa que mandó un centro medido a Eduardo Herrera que remató con la testa para el 3-0.
