Mientras estaba observando unas imágenes satelitales de Kazajistán, un conjunto de científicos canadienses se topó de repente con enormes buques de carga barridos por la arena. ¿Cómo llegaron estos barcos a mitad del desierto, a kilómetros de distancia de la masa de agua más cercana? La respuesta es más evidente de lo que pareció a primera vista.
Más de la mitad del territorio de Kazajistán se encuentra cubierto de vastos desiertos. Las tierras arenosas se extienden más allá del horizonte y puedes caminar días sin encontrar una mínima fuente de agua. De ahí que lo que menos esperas hallar sean enormes buques marinos cubiertos de arena.
“Es difícil entender lo que está sucediendo en esta imagen. Tienes un vasto desierto en el que esperarías que no hubiera agua en absoluto y, sin embargo, en el medio, hay una flota de barcos oxidados”, dijo el explorador George Kourounis, citado por The Daily Star.
La respuesta, sin embargo, fue más evidente de lo que los investigadores creían. Resulta que hace tan solo 30 años, el lugar que hoy se denomina desierto de Aral, o Aralkum, estaba cubierto por el mar de Aral.
Antiguamente, este era uno de los cuatro lagos más grandes del mundo, con una superficie de 68.000 km². En la actualidad, el mar de Aral se ha reducido en más del 90% respecto a su tamaño original, hecho que ha sido calificado como uno de los mayores desastres medioambientales ocurridos en la historia reciente.