¿Qué pasa cuando somatizamos los síntomas de Covid-19?

 

Algunos de los síntomas que presentan los pacientes con el Covid-19 como tos seca, dolor de cabeza y cuerpo, dificultad para respirar, pueden ser asociados erróneamente por algunas personas y confundirlos.

 

A ello se le llama somatización, es decir, la manifestación de dolores y síntomas físicos, que son provocados por el miedo y la ansiedad, no propiamente por estar infectado por el SARS-CoV-2.

 

Especialistas alertan que esta ansiedad lleva a la interpretación errónea de los síntomas, también a presentar pensamientos obsesivos y comportamientos compulsivos, incluso, a desconfiar de quienes lo rodean.

 

NO EXISTE CAUSA ORGÁNICA

El Manual Diagnóstico y Estadístico de la Asociación Psiquiátrica Americana define la somatización como:

un patrón crónico de conducta de enfermedad, con un estilo de vida caracterizado por numerosas consultas médicas y dificultades sociales secundarias.

 

Los expertos en la conducta humana refieren que los trastornos somatomorfos o psicosomáticos ameritan la atención del psiquiatra debido a que no existe causa orgánica o fisiológica.

 

Refieren que aunque el dolor físico del paciente es genuino, si los síntomas físicos y emocionales persisten por más de dos semanas se puede sospechar de este trastorno.

 

Su sistema inmunológico está debilitado

Las molestias se caracterizan por dolores o disfunciones corporales de tipo rotativo en diferentes puntos: cabeza, estómago y espalda, así como alteraciones en la esfera sexual y afectación pseudoneurológica con sensaciones de parálisis o entumecimiento de cuerpo o cara.

 

Acotan los expertos que a diferencia de un hipocondriaco, quien fabrica el mal en su mente, quien padece trastorno psicosomático experimenta dolencias o malestares fisiológicos secundarios a los problemas emocionales.

 

Alertan que su estado anímico lo hace más susceptible a enfermarse, pues las depresiones contribuyen a una baja de defensas, por lo tanto su sistema inmunológico está debilitado.

 

Así, el paciente con trastorno de somatización puede ir de la depresión a la ansiedad fácilmente, por lo que amerita tratamiento psiquiátrico, y sólo será el especialista quien determinará si requiere ansiolíticos o antidepresivos, amén de una terapia psico-conductual.

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