Un día como hoy, pero de 1917, en el Gran Teatro Iturbide de la ciudad de Querétaro, el Congreso Constituyente de México promulgó de manera oficial la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.
Es una fecha muy especial para México pues no solo cerró un capítulo importante en la historia de la Revolución Mexicana, sino también porque se entregó a la nación un documento que hasta la fecha actual rige jurídicamente al país, establece la división de poderes y articula los derechos de la ciudadanía, entre otras normas.
¿QUIÉN FUE SU PRINCIPAL PROTAGONISTA?
Venustiano Carranza, quien hasta ese entonces era el jefe del Ejército Constitucionalista y encargado del Poder Ejecutivo.
Al momento de dar su firma a la promulgación, éste se convirtió en el primer Presidente Constitucional de México.
Carranza fue el máximo mandatario de la República hasta el día de su asesinato, el 21 de mayo de 1920, víctima la revolución de Agua Prieta.
Venustiano Carranza (Harris & Ewing, The World’s Work, 1915, Dominio Público)
¿POR QUÉ REDACTAR UNA NUEVA CONSTITUCIÓN?
Desde el momento en que se levantó en armas contra Victoriano Huerta en 1913, Carranza vio la necesidad de reformar la Constitución liberal de 1857 con el fin de consolidar su movimiento político.
Tras la derrota de Huerta, Carranza todavía tuvo que expulsar a las fuerzas villistas y zapatistas de la capital del país, para que el 14 de septiembre de 1916, Carranza expidiera un decreto que convocaba a un Congreso Constituyente en Querétaro.
(Fotografia tomada en el Archivo General de la Nación, Public Domain, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=16352837)
¿QUÉ DISTINGUE A LA CONSTITUCIÓN DE 1917 DE LA DE 1857?
Aunque la Constitución de 1917 conserva la esencia liberal y republicana de la de 1857, la nueva norma se distingue por la incorporación de derechos de carácter social.
Los Artículos 3, 27 y 123 reforman, respectivamente, el sistema educativo, agrario y las relaciones obrero-patronal.
En materia de derechos sociales, la Constitución de 1917 se adelanta incluso a la Revolución Rusa, la cual vería el nacimiento del primer país socialista del planeta.