Un campesino de la comunidad de Otlatepec, en Guerrero, presuntamente ultimó e incineró a su esposa para luego asesinar con un cuchillo y posiblemente un martillo a dos de sus hijas, de 6 y 8 años de edad.
A causa de la saña con la que el crimen fue perpetrado, las autoridades locales indagarán a fondo qué pudo haber hecho que el presunto homicida tomara la decisión de matar a toda su familia.
También se indicó que el triple homicidio también será investigado bajo el protocolo de feminicidio debido a que todas las víctimas fueron mujeres.
El macabro crimen sucedió la noche del viernes 16 de septiembre, cuando los vecinos descubrieron que el presunto homicida había asesinado a su esposa y herido a sus dos hijas antes de prenderle fuego a su propia vivienda.
La Policía Estatal comunicó que alrededor de las 7 de la mañana los vecinos del poblado donde ocurrió el crimen llamaron al número de emergencias 911 para informar que habían detenido a un hombre de aproximadamente 35 años de edad que presuntamente atacó a su familia antes de tratar de quemar su casa.
Agentes de la Fiscalía del Estado indicaron que la esposa, Gladys, de 30 años de edad, fue asesinada en la casa y su cuerpo incendiado al interior del domicilio que compartía junto a su marido y a sus tres niñas.
Al interior de la vivienda se halló el cuerpo inerte de Leslie, una menor de 6 años que pudo haber sido herida con un martillo antes de ser degollada con un machete.
Junto a ella se halló a Claudia, otra menor de 8 años, que aparentemente había recibido varios golpes de martillo pero que continuaba con vida, por lo que fue trasladada de emergencia al hospital de Coyuca de Catalán, donde murió la mañana del domingo debido a las contusiones que había recibido.
Los tres cuerpos fueron llevados al área forense de Coyuca de Catalán para proceder las diligencias previas a la entrega de los restos a sus familiares.
Según informes de la Policía Municipal del municipio guerrerense de Tlalchapa, el presunto homicida había sido arrestado por sus elementos, pero que al llegar a la comandancia, el subdirector de Seguridad Pública dijo no conocer su paradero, por lo que hasta el momento continua desaparecido.
La única superviviente de la masacre fue una bebé de 8 meses que los vecinos lograron salvar de la vivienda que el campesino había intentado incinerar minutos antes. Foto: Pulzo.com