Miembros de la pandilla de Los Mexicles, brazo armado del Cártel de Sinaloa, son los asesinos de tres niñas de 14, 12 y 4 años en Ciudad Juárez, Chihuahua, confirmó la Fiscalía General del Estado.
Reveló que los sujetos armados ingresaron al rancho de la familia, ubicado en la colonia Riveras del Bravo, en busca de algunos hombres, por lo que asesinaron al tío Rafael Gordillo González de 25 años, y a sus sobrinas Lindsay, Sherlyn y Arleth, además secuestraron a otro, cuya identidad fue reservada.
Los cuerpos fueron hallados dentro de una camioneta con su tío, y en el lugar encontraron más de 100 casquillos percutidos, todos de armas de fuego de grueso calibre como R-15 y AK-47, mejor conocidos como “cuernos de chivo”. Los Mexicles son un brazo armado del Cártel de Sinaloa y sostienen una lucha contra el Cártel de Juárez.
¿Quiénes son Los Mexicles?
De acuerdo con un reporte de la Procuraduría General de la República, “Los Mexicles” es una de las seis células del crimen organizado derivados de dos cárteles presentes en el estado de Chihuahua.
Este grupo fue formado por pandilleros deportados de Estados Unidos a México y se establecieron inicialmente en asentamientos irregulares cercanos a la zona Centro, en las colonias Altavista, Felipe Ángeles y Chaveña.
Nacieron como una banda de robo a vehículos, asalto a comercio y extorsión, sin embargo, fueron reclutados por el Cártel de Sinaloa para hacerle frente al Cártel de Juárez.
Empero, también se le sumaron a las filas desertores de “Los Aztecas”, principalmente aquellos que operaban desde prisiones estadunidenses y mexicanas.
De igual forma se han ido integrando migrantes indocumentados deportados de Estados Unidos a México.
Su tendencia fue apoyar al cártel con el fin de constituir una fuerte defensa en contra de otras pandillas que se formaron al interior de las prisiones de El Paso. Sin embargo, tras agruparse con la organización antiguamente dirigida por Joaquín «El Chapo» Guzmán, «Los Mexicles» se convirtieron en los principales perpetradores de delitos graves como homicidio y extorsión.
De asaltantes se convirtieron en sicarios al servicio de Guzmán Loera, con una estructura casi militar que registra rangos como tenientes y sargentos. Según medios especializados en el crimen organizado, los integrantes se llegaban a comunicar a través de mensajes escritos en náhuatl a fin de hacer difícil la filtración del texto. Esta práctica se originó en las prisiones de Estados Unidos como una forma de evitar que los policías de las cárceles entendieran lo que hablaban.
En su estructura criminal tienen una marcada operación militar, registran hasta categorías castrenses como “tenientes” y “sargentos”.
Desde las cárceles, “Los Mexicles” se comunican a través de mensajes escritos en náhuatl para que los custodios ignoren sus comunicaciones.
Incluso, en Estados Unidos, los policías han comenzado a aprender náhuatl para descifrar sus mensajes.
En agosto de 2018 un nuevo capítulo de confrontación entre los cárteles se abrió luego de que presuntos integrantes de la pandilla «Artistas Asesinos» (AA) anunciaran una guerra contra sus ex compañeros, «Los Mexicles», también conocidos como «Fuerzas Especiales Mexicles».
Según se reportó en tal ocasión, tras la ruptura en dos facciones de la pandilla delincuencial, empezaron a circular en redes sociales una serie de videos en los que supuestos integrantes de AA amenazan de muerte a sus contrincantes.
«Aquí estamos mugrosos, hijos de su puta madre, los Artistas Asesinos representando a Ciudad Juárez. Aquí se pelan la verga. A chingar a su puta madre, aquí estamos y no nos vamos (…) esto va para Los Mexicles: ¿piensan que con sus pinches carritos de mierda nos van a asustar? (…) saben quién los hizo (…) la tierra es de quien la trabaja», dice en la grabación una voz que se identifica como miembro de la pandilla. A su lado aparecen otros sujetos con la cara cubierta y portando armas largas frente a tres vehículos con las luces encendidas.
Según con el fiscal del estado en la zona norte, Jorge Nava López, la ruptura entre las dos facciones se originó cuando una parte de ellas hizo alianza con la organización delictiva «La Línea», con la que en los años más violentos del estado mantuvieron una rivalidad acérrima.
Fuente: El Blog del Narco