Aproximadamente de 700 policías federales tuvieron que reforzar la seguridad en torno a la caravana de migrantes hondureños, que supera las 5 mil personas.
En diversos instantes, efectivos de la Policía Federal colocan retenes y se ponen a lo ancho de la carretera para frenar el paso de la gente.
No obstante, cuando la vanguardia de la caravana se aproxima a menos de 200 metros, las fuerzas federales se repliegan y se movilizan en camiones a Tapachula, al tiempo que la caravana es monitoreada por un helicóptero de la Policía Federal.
Los agentes, en su mayoría mujeres, están desarmados y solamente cargan con cascos y toletes.
Los migrantes se dieron a la tarea de salir este domingo cerca de las 7:00 h y se dirigen hacia Tapachula, a unos 40 kilómetros de la frontera con Guatemala, donde buscarán pernoctar.
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